Hoy no me puedo levantar, crónica social de Mallorca

Sant Antoni ha sido y será un ‘bon sant’

Las cofradías de Sant Sebastià regalan momentos inolvidables en el chupinazo de Can Vinagre

El desfile de las Beneïdes tiene como protagonistas a los perros de Son Reus

Celebran la gala de los Ciutat de Palma

¿Por qué elegir entre dos santos cuando puedes disfrutar del doble de fiesta? Así es, queridos lectores. Desde el pasado fin de semana hemos sido testigos de un auténtico maratón de tradiciones, donde Sant Antoni y Sant Sebastià se han disputado amistosamente el título del santo más festejero.

Como nueva cofrade (¡enhorabuena por el estreno!), he descubierto que las cofradías saben cómo animar una fiesta. Entre bailes, música y alegría, la diversión está más que asegurada.

Los dimonis se han lucido este año, aunque más de uno acabó con el tridente enredado en las guirnaldas. Como me comentó uno de ellos: «Es que ni el mismo Sant Antoni se aclara ya con tanto desfase».

Y hablando de comida... ¡Madre mía! Entre xulla, botifarrons y sobrasada, mi báscula ha pedido vacaciones hasta Carnaval. Pero como dicen los sabios: Si Sant Antoni ho beneeix, la bàscula no ho pateix.

¿Y ahora qué? Pues a recuperarnos para el Carnaval, que ya se oyen los tambores a lo lejos. Aunque conociendo a nuestros santos, seguro que desde el cielo están ya preparando alguna que otra sorpresa.

Nota: Esta reportera necesitará una talla más de ropa festiva para el año que viene, pero ha valido la pena cada bocado.

Por ahora les invito a leer la crónica de esta semana, que viene calentita, como las torradoras. Les espera un repaso por todo lo que ha dado de sí esta semana festiva, donde Sant Antoni y Sant Sebastià han hecho de las suyas. Agárrense, que vienen curvas, historias y algún que otro dimoni despistado que aún busca el camino a casa después de tanta fiesta.

1 Las cofradías toman Ciutat: ¡Que viva Sant Sebastià!

El ritual festivo de las cofradías palmesanas ha dejado momentos para el recuerdo en el preludio de la Revetla. Las 73 hermandades registradas han demostrado que hay vida más allá de la torradora, convirtiendo las calles de Palma en un festivo desfile de estandartes, pañuelos y sonrisas.

El bar España (el mítico Can Vinagre para los nostálgicos) fue testigo del tradicional chupinazo de la Confraria de Sant Sebastià, esos pioneros que en 2013 decidieron que la fiesta necesitaba un toque de distinción. Y vaya si lo han conseguido: la calle Oms parecía un desfile de moda de pañuelos cofrades.

Entre las estrellas del día, la cofradía de Bartomeu Coc nos regaló un momento digno de Instagram: un altar con un Playmobil y un cocodrilo de juguete. Su portavoz, Carlos Hellín, dejó la frase del día: «¡Menos Iron Man y más Tomeu Coc!», exclamó, defendiendo al héroe local que según la leyenda venció al temible Drac de na Coca.

Y como no podía faltar, la recién nacida cofradía del Tumbet hizo su debut por todo lo alto. Esta hermandad promete ser la salsa (de tomate, por supuesto) de las fiestas, combinando su amor por Sant Sebastià con la promoción de la gastronomía mallorquina y el culto a la Mare de Déu de la Salut.

Lo que está claro es que las cofradías han venido para quedarse y dar más sabor a nuestras tradiciones locales.

2 Los verdaderos protagonistas de Sant Antoni: Amor a cuatro patas.

¡Quién dice que los milagros no existen! Entre el repiqueteo de tambores y el aroma a bendiciones, los verdaderos ángeles de las Beneïdes de Sant Antoni llegaron con cola, pelo y mucho corazón. Seis peluditos de Son Reus robaron el protagonismo con sus miradas esperanzadoras y sus colitas moviéndose al ritmo de la fiesta.

La explanada de la Seu se convirtió en una sinfonía perruna antes de las 10,30 horas. Los voluntarios, con sonrisas tan amplias como su amor por los animales, presentaban a sus protegidos como quien presenta a una estrella de cine: «Este es Toby, es un amor y está buscando familia». Cada perrito, con su historia única, desfiló con la ilusión de encontrar su «para siempre» entre la multitud.

Los verdaderos héroes de la jornada fueron los incansables voluntarios: Ana, Carla, Toni, Gasti, Pilu, Andrea, Jessica, Belén, Carol y Laura, quienes no solo dedicaron su tiempo a recoger y transportar a los perros, sino que los presentaron con el orgullo y cariño que solo los amantes de los animales pueden expresar.

No faltó la realeza alada: Fosca, la majestuosa águila de Harris, junto a dos lechuzas y un búho de la Associació de Falconeria de Balears, observaban el espectáculo con aire distinguido. Los caballos de la Policía Montada abrieron el desfile con elegancia, mientras el obispo Sebastià Taltavull, hisopo en mano, repartía bendiciones como quien reparte caramelos.

La procesión, acompañada por los Tamborers de la Sala y xeremiers, fue un desfile de amor puro. Y aunque el frío era de los que calan hasta los huesos, los corazones estaban calentitos, especialmente cuando alguien se detenía más tiempo frente a los perritos de Son Reus, iluminando de ilusión los rostros de los voluntarios. Esperamos que Sant Antoni les haya traído suerte.

3 Premis Ciutat de Palma, reconocimiento a la excelencia cultural en 14 categorías.

Una velada mágica envolvió el Teatre Principal de Palma, donde los Premis Ciutat de Palma 2024 brillaron con luz propia. El teatro, con su platea repleta, fue testigo de momentos entrañables que mezclaron el humor con la emoción y la reivindicación.

El querido fotoperiodista Joan Llompart, Torrelló, recibió una de las ovaciones más sentidas de la noche, aunque desde su palco, fiel a su estilo, no soltó la cámara en ningún momento. Marta Hierro, quien junto a Núria Abad ganó el premio de periodismo por documentar su figura, emocionó al público al compartir su victoria personal contra el cáncer.

El humor llegó de la mano del simpático Xavier Deltell, quien incluso se atrevió a cantar las bondades de la sobrasada junto a Jaime Anglada. La música puso la nota dulce con India Martínez, mientras que momentos reivindicativos, como el de Rocío Vidal al recoger su premio de cómic, pusieron el punto de reflexión necesario.

La memoria del añorado Agustí Villaronga también estuvo presente, recordando que el arte y la cultura son el alma de esta ciudad mediterránea que, como dijo Javier Bonet, teniente de alcalde de Cultura, «se descubre en cada esquina». Quedamos invitados a la próxima edición. 

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