La peor DANA del siglo
Aemet admite margen de mejora en la predicción de una DANA extrema
La Agencia Estatal de Meteorología detalla a El Periódico cómo funcionan sus avisos y reconoce que el mensaje, enviado a tiempo, no caló en la población

Un voluntario en Massanassa, Valencia. / AP
Guillem Costa
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha insistido durante toda la semana en la idea de que los avisos se enviaron en la mañana del martes en la provincia de Valencia. En aquellos mensajes, que se difundieron en las redes sociales y a través de los medios de comunicación, se advertía de que se había activado un "aviso rojo" por acumulación de lluvia, por intensidad y también por la posibilidad de tormentas violentas. En realidad, cinco días antes ya se había emitido un aviso por la DANA que descargaría en este territorio.
Sin embargo, las alertas de Protección Civil a la población para que se protegiera tardaron horas en enviarse a la población. Fuentes de Aemet admiten que los protocolos no calaron en la población porque la gente continuaba haciendo vida normal con el aviso rojo activado. La agencia no cierra la puerta a buscar nuevos canales para que estos avisos lleguen a todo el mundo. Varios expertos ya han repetido en varias ocasiones que la poca "cultura de la inundación" que hay en España, pese a que hay precedentes graves, tampoco ayuda a que la ciudadanía se ponga en alerta cuando recibe estos mensajes.
Aun así, Ramon Pascual, de Aemet, detalla en conversación con El Periódico que durante el martes la agencia estableció comunicación telefónica con Protección Civil de la Comunidad Valenciana en una decena de ocasiones desde su central de Barcelona. "Siempre hay un contacto constante, pero la decisión de cerrar escuelas o restringir la movilidad no depende de Aemet", recuerda Pascual.
Acertar la cantidad
Sobre la predicción de la gravedad del fenómeno, el meteorólogo admite que la parte más difícil es cuantificar cuánta agua va a caer, sobre todo cuando se trata de una DANA extrema, como la de esta semana. "Afinamos mucho el pronóstico, solo hace falta que lo comparemos con los de hace 30 o 40 años, respecto a episodios como las inundaciones de 1957 o la pantanada de Tous", sostiene. A día de hoy, cada provincia se subdivide en cuatro zonas y cuando se lanza un aviso se concreta el horario de inicio y final, a la vez que se precisa el tipo de fenómeno: lluvias intensas, acumulación de agua o tiempo violento. En el caso de este martes, se combinaban las tres amenazas en un mismo aviso.
¿Pero por qué lo más complicado es adivinar cuánta agua dejará una DANA? "No hay ningún modelo del mundo que utilicemos, y disponemos de los mejores, que sea capaz de decir con seguridad cuántos litros dejará una tormenta torrencial en un punto concreto", afirma Pascual. Mientras que en los episodios moderados es más probable acertar, cuando se trata de una DANA extrema, el pronóstico se tuerce. El problema es que entre que caigan 200 litros por metro cuadrado y 500 hay diferencias importantes, puesto que una cantidad ingente de lluvia puede provocar consecuencias fatales, como se ha visto en Valencia.
Tres factores
"Sabemos que un fenómeno ocurrirá, y esta vez lo predecimos, pero concretar con exactitud acerca de las cantidades es complejo, porque son DANAs fuera de escala con una estructura relativamente grande", sostiene. "Los litros dependen de la posición exacta de la DANA, de la intensidad del viento y de otros factores", expone. Lo resume con tres factores clave: la intensidad puntual de precipitación, la extensión del sistema precipitante y la persistencia del ciclo de vida de este sistema.
Aemet defiende que se intentan hacer aproximaciones muy certeras, en función de la situación de la atmósfera y señala que el proceso científico para realizar las predicciones es complejo y se basa en modelos matemáticos de ecuaciones. De todas formas, como la atmósfera es un "sistema caótico", ciertos movimientos a escalasmuy pequeña pueden influir en movimientos a gran escala. Por tanto, se tiene que trabajar con predicciones probabilísticas que no son 100% seguras. Es a partir de estos datos que se procede a activar un aviso.
"Por esta razón, lo importante son los avisos (los hay de tres tipos), aunque cabe tener en cuenta que no enviar un aviso también es una decisión relevante", dice Pascual. Una vez la tormenta ya se ha formado, tiene vida propia y los modelos que se utilizan para seguirla pasan a ser en tiempo real: "Cuando la DANA ya está descargando, tienes que trabajar con la vigilancia, es decir, la predicción a corto plazo, al momento. El día 29, en una hora cayeron 180 litros en algunos lugares. Se trata de un récord, puesto que con 60 litros ya se denomina lluvia torrencial".
Pascual considera "extraño" que a veces no se tomen medidas y se sea prudente cuando se ha visto que hay un aviso especial emitido: "Sorprende porque en España tenemos un currículum de inundaciones graves".
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