GRADOS UNIVERSITARIOS

Nadie quiere estudiar esta carrera y con ella hay un 100% de probabilidades de encontrar trabajo

Después de contar con un gran número de matriculados durante la década de los 90, este grado universitario ha sufrido un descenso de su demanda

Los jóvenes a menudo consideran las salidas laborales que tienen las carreras universitarias para elegir entre un estudio y otro. Hay algunos grados ofrecen una mayor empleabilidad que otros y a pesar de que parece imposible, hay algunas carreras universitarias con una empleabilidad del 100%.

La Ingeniería Agrónoma es un ejemplo, una profesión clave para el futuro cuya demanda ha disminuido significativamente en los últimos años. Los especialistas denuncian que "no se ha sabido transmitir bien el mensaje" entre los estudiantes que deben elegir carrera, motivo por el cual cada vez son menos las solicitudes para cursarla.

Según explica Rosario Haro, subdirectora de Ordenación Académica de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agrónoma de la Universidad Politécnica de Madrid, y Paloma Esteve, adjunta a la Dirección para Coordinación de Másteres y Comunicación, las aulas de la carrera de Ingeniería Agrónoma están experimentando un descenso en la matriculación, a pesar de que existe una "necesidad real" de las empresas de contratar este tipo de perfiles.

"Hay una demanda muy grande (desde las empresas), es una carrera con un 100 % de empleabilidad", afirma Adolfo Peña, profesor del Máster Universitario en Transformación Digital del Sector Agroalimentario y Forestal de la Universidad de Córdoba (UCO).

Sin embargo, a pesar de que la carrera presenta una gran demanda por parte de las empresas, hay falta de estudiantes. Las universidades no entienden cómo una carrera con tanta salida laboral tiene tan pocos matriculados, lo que les desconcierta. Aunque en los años 90, el grado de Ingeniería Agrónoma era muy popular, con unos 5.000 alumnos por año, hoy en día, los nuevos estudiantes universitarios se decantan cada vez más por otras carreras relacionadas con la biomedicina y las telecomunicaciones.

Haro describe la carrera como "la gran desconocida de las biotecnologías", y admite que los centros universitarios no han logrado transmitir el mensaje adecuado a los jóvenes. Los estudiantes piensan que la Ingeniería Agrónoma implica trabajar en el campo, lo que ha generado una falta de interés.