Un nuevo contrato social para un futuro sostenible

La aprobación de la Agenda 2030 ha sido el proceso multilateral más participativo de la historia, convirtiéndose en el mayor plan común centrado en reducir las desigualdades y la polarización

Un nuevo contrato social para un futuro sostenible

Un nuevo contrato social para un futuro sostenible

Los objetivos y metas que se plantean en la Agenda 2030 no tienen precedente, en cuanto a volumen, alcance y ambición, y por esa razón, es necesario trazar y llevar a cabo acciones y planes diferentes. Por todo ello, la adopción de un nuevo contrato social se ha vuelto más urgente y necesaria que nunca. Desde el grupo Iberdrola comparten el enfoque global que plantea la Agenda 2030, con sus 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS), y este nuevo contrato social puede ser el catalizador para alcanzar los retos identificados por unanimidad en el año 2015. Desde el comienzo de la década 2020 han ocurrido, y ocurren, diversos hechos relevantes, tanto a nivel nacional como global. Estos hechos han provocado que se produzca una gran reconsideración de los principios y valores que están de base en nuestras sociedades. La crisis sanitaria de la COVID-19 que ha afectado a nivel mundial y que ha provocado, conforme resultados preliminares, un incremento de las desigualdades y un paso atrás en la consecución de los objetivos en los primeros años de la Agenda 2030, que, junto con la guerra en Ucrania, conforman un escenario poco optimista ante el reto que supone la Agenda.

Parque eólico de Forgoselo (Galicia).

Parque eólico de Forgoselo (Galicia).

Momento de urgencia

Hemos llegado al ecuador del periodo definido para alcanzarlo, y solo tenemos siete años y medio por delante. La urgencia es más apremiante que nunca, y, por ello, en Iberdrola han incorporado ese plan estratégico universal a su estrategia empresarial y a su sistema de gobernanza y sostenibilidad. El éxito en la consecución de la Agenda será consecuencia de los esfuerzos de colaboración de toda la sociedad, y es un reto compartido que nos puede ayudar a generar el necesario nuevo contrato social.

Desde Iberdrola apuestan por un liderazgo empresarial fuerte, ya que es esencial para la consecución de la transformación radical y necesaria que requiere la hoja de ruta descrita por la Agenda 2030, a través de sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Iberdrola, en línea con su actividad, está firmemente convencida de que para la recuperación de la economía y el empleo, dos ejes que se han visto fuertemente afectados por las situaciones descritas anteriormente, es necesario impulsar la transición hacia un nuevo modelo socioeconómico que sea climáticamente neutro, resiliente, sostenible e inclusivo. Por eso, y en consonancia con su actividad, el grupo pone el foco principalmente en el ODS 7 (energía asequible y no contaminante) y el ODS 13 (acción por el clima). Este esfuerzo le ha llevado a convertirse en el mayor productor eólico del mundo y líder en energías renovables a nivel global, gracias a sus inversiones de más de 120.000 millones de euros en los últimos 20 años. Iberdrola se ha anticipado a la actual transición energética y es un referente internacional en la lucha contra el cambio climático, con el objetivo de ser neutro en emisiones de carbono antes de 2040.

Conscientes de la importancia de actuar de forma coordinada, Iberdrola articula iniciativas transversales a través de alianzas multiactor, siguiendo el modelo colaborativo propuesto por el ODS 17 (alianzas para lograr los objetivos).

Plataforma abierta

Recientemente ha participado en el lanzamiento de la asociación multiactor “El Día Después” EDD), una plataforma abierta compuesta por personas y entidades del sector público y privado que facilita el conocimiento entre los agentes y personas que asumen el rol para producir el cambio necesario en la actualidad para afrontar los retos de la Agenda.

Voluntarios de Iberdrola en una plantación

Voluntarios de Iberdrola en una plantación

Los desafíos que enfrenta el mundo son de naturaleza “sistémica” y requieren niveles de colaboración de amplitud y profundidad sin precedentes entre todos los actores. Por eso, se necesitan plataformas que estimulen la colaboración multiactor. Esto requiere tiempo, compromiso, confianza y asunción compartida de riesgos. “El Día Después” no busca ejecutar proyectos, pero sí crear el espacio donde incubar colaboraciones orientadas a la acción, provocando la interacción y propiciando que surjan proyectos multiactor con el potencial transformador que requieren los retos actuales y futuros.

La asociación “El Día Después” es una plataforma abierta que suma las redes de las personas y organizaciones que la conforman.

Esta propuesta presenta ventajas significativas en términos de eficiencia, dado que en un mismo lugar se tiene acceso a numerosas organizaciones, destacando principalmente la calidad de las relaciones que se producen dentro y fuera del entorno de la plataforma.

EDD es un contexto seguro, tanto en el tipo de diálogo que promueve como en el proceso de ideación de proyectos. EDD no es la red o comunidad de una organización específica, sino es la suma de redes de las personas y organizaciones que forman parte de la plataforma. En los tres años de existencia, EDD ha demostrado una capacidad constante de escuchar, aprender, corregir, sistematizar y evolucionar en un contexto cambiante. Además, EDD no compite con otras redes, sino que su vocación es sumar con otras redes y foros para evitar la fragmentación.

Por último, es importante destacar que EDD no es una plataforma de activismo político, pero su metodología de conversaciones puede generar ideas y consensos que incidan en las esferas de la política tradicional. Desde Iberdrola están convencidos de que trabajar en estos entornos genera espacios de confianza, que a su vez vertebran las necesidades del referido nuevo contrato social, y, que facilitan la consecución de la Agenda 2030, de la cual todos formamos parte implicada.