Entrevista

Céline Cousteau, documentalista: "Hay que explicar el cambio climático con ejemplos tangibles"

La directora de cine documental, nieta del explorador Jacques Yves Cousteau, protagoniza este viernes un encuentro del Fórum Cornellà Creació

La documentalista Céline Cousteau durante una visita en Barcelona.

La documentalista Céline Cousteau durante una visita en Barcelona. / Jordi Otix

Valentina Raffio

¿Qué es lo primero que piensa cuando empieza un documental?

Cada proyecto es diferente. En algunos, como en 'Tribes on the edge', los pueblos indígenas del Vale do Javari me pidieron que contara su historia al mundo. Acepté el encargo casi sin pensarlo, porque me pareció un honor que confiaran en mí para recoger sus voces, y fue después que tuve que encontrar la manera de explicar una historia que hiciera justicia a su lucha. En otros casos, en cambio, empiezo con la idea de qué quiero contar y me dedico a buscar las voces indicadas para construir el relato. Cada documental es un proceso de aprendizaje diferente.

"Tu fruta favorita podría desaparecer y el agricultor que la cultiva, perderlo todo. Todo está conectado"

¿Y cuándo llega el momento de coger la cámara? ¿Qué sucede en su mente?

Enciendo la cámara y dejo que la historia se desvele por sí sola. Si voy con una idea muy clara de qué quiero contar y cómo quiero hacerlo creo que acabaría omitiendo partes del relato que, quizás, son incluso más interesantes. Hay que dejar que la gente se abra y la historia se va construyendo sola. Luego todo llega. Como las imágenes que por sí solas captan la belleza oculta de una historia.

"Hay que dejar que la gente se abra y la historia se va construyendo sola"

Uno de los grandes problemas para comunicar la crisis climática es que muchas veces no hay una imagen que por sí sola ilustre este problema tan grande.

Sí. Porque hay efectos que son invisibles, como la contaminación, y otros que solo se ven a largo plazo. Por eso creo que tenemos que hablar de la crisis climática con ejemplos más tangibles. Como la comida, por ejemplo. Siéntate en la mesa, mira tu plazo y fíjate en los ingredientes. Cada uno de ellos tiene una historia, desde el agricultor que lo cultivó, al encargado de transportarlo, envasarlo, venderlo o cocinarlo. La crisis climática está afectando a toda esta red. Tu fruta favorita podría desaparecer por el calentamiento global. Y el campesino que la cultiva podría perderlo todo por una sequía. Todo está conectado y necesitamos darnos cuenta de estos vínculos. 

"Solo necesitamos que un 10% de las personas estén concienciadas de verdad para desencadenar un cambio"

Gran parte de su trabajo se centra en los océanos. ¿Qué tipo de daños medioambientales ha retratado en este entorno?

Los océanos están sufriendo y mucho. Visto desde fuera parece un lugar idílico, pero solo hace falta ver qué ocurre debajo de las aguas para ver que hay muchas cosas que van mal. He visto arrecifes de corales muertos por la acidificación y el calentamiento de las aguas. He podido observar los daños causados por la pesca de arrastre, donde se destruyen los fondos marinos y se matan a una gran cantidad de animales por querer capturar a unos pocos. También he podido ver los efectos de la polución en las aguas, un problema que se conoce desde hace décadas y que va a más. 

"Solo hace falta ver qué ocurre debajo de las aguas para ver que hay muchas cosas que van mal"

Hay quien cree que este tipo de desastres naturales sólo ocurren en lugares remotos del mundo. ¿Si miráramos en las aguas de Barcelona qué veríamos?

El Mediterráneo es uno de los mares más contaminados por plásticos del planeta. La contaminación está acabando con la vida marina. Cada vez hay menos animales y más especies amenazadas. Además se están pescando de forma no sostenible. Necesitamos concienciarnos sobre la gravedad de la situación y tomar más medidas al respecto.

Y ahora llega la gran pregunta. ¿Quién protege a todas estas formas de vida en peligro?

Hay verdaderos héroes que dedican su vida a defender estas causas. Son personas anónimas, que no necesitan cámaras o entrevistas, pero que gracias a su pasión son capaces de impulsar grandes cambios. En el Amazonas, por ejemplo, los pueblos indígenas son los que de verdad están protegiendo la selva. Son ellos los que, con su trabajo, están consiguiendo proteger esas tierras amenazadas.

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¿Y qué podemos hacer cada uno de nosotros para contribuir a la causa?

Lo primero es cuidarnos. Cuando yo empecé a involucrarme en el activismo me volqué tanto en la causa que acabé agotada. Y eso tampoco puede ser. Si no estamos bien nosotros mismos no podremos cuidar de verdad al planeta. Creo que la conversación debe empezar con nosotros mismos, con entender la importancia de cuidar nuestro mundo interior, nuestra vida, nuestro seres queridos, y después extenderse hacia fuera. Solo así podremos conseguir cambios reales.

"Si no estamos bien nosotros mismos no podremos cuidar de verdad al planeta"

Es difícil imaginar un mundo en el que todos logren conectar con esta filosofía y, después, empiecen a cuidar el planeta.

No hace falta que lo haga absolutamente todo el mundo. Ni siquiera la mitad. Solo necesitamos que un 10% de las personas estén concienciadas de verdad para desencadenar un cambio. Una de mis mayores esperanzas son los niños. Ellos ya nacen concienciados, sabiendo, queriendo cuidar el planeta. Para mi los niños son la verdadera esperanza contra el cambio climático.