Medio ambiente

La falta de lluvia y el calor extremo aceleran la difusión de bulos climáticos

La oleada de desinformación digital crece a medida que las lluvias no llegan | "No hay sequía, es saqueo", se llega a leer en Telegram

Un territorio afectado por la sequía.

Un territorio afectado por la sequía.

Carles Planas Bou

El calor extremo y la prolongada falta de lluvia está abocando a gran parte de los territorios de España a una sequía que preocupa tanto a las autoridades como a los habitantes de las regiones más afectadas, especialmente a los que viven de cosechar la tierra. Más allá de esa alarmante realidad, un pequeño pero ruidoso sector ha acelerado en los últimos días la difusión de mensajes en los que niegan la existencia de la crisis climática y defienden que la actual escasez de agua es una invención del Gobierno para "someter a los ciudadanos". Una oleada de desinformación digital que crece a medida que las lluvias no llegan.

El bulo que más se está extendiendo por las redes sociales es el que acusa al Ejecutivo de coalición encabezado por Pedro Sánchez de haber derribado casi 300 presas y embalses desde 2021. "Sin estas hay menos agua y sin agua no hay agricultura ni ganadería", asegura falsamente una proclama que se viralizó en Twitter. "Están vaciando, destruyendo y provocando sequía los mismos que te encerraron anticonstitucionalmente en casa tres meses sin ningún virus", reza un comentario en un grupo de Telegram con más de 200.000 suscriptores. "No hay sequía, es saqueo", asegura otro canal.

La mayoría de teorías de la conspiración se enraízan en medias verdades que después son deformadas. Y en esta ocasión no ha sido distinto. En los dos últimos años el Gobierno ha demolido 241 infraestructuras, según la organización Dam Removal, pero la realidad es que la mayoría de ellas son azudes, pequeñas barreras que no embalsaban agua. Tanto estos obstáculos como las presas afectadas estaban en desuso o no tenían concesión. En esos casos, la ley obliga su destrucción para que los ríos "vuelvan a ser de caudal libre". Además, la capacidad de los embalses no está disminuyendo, sino todo lo contrario. A finales de abril, su capacidad total era de 56.069 hm3, un 0,8% más que en 2020, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Rápida propagación

Estos bulos se están propagando desde grupos reaccionarios de los márgenes de internet hasta el 'mainstream'. "Los desinformadores siempre se aprovechan de las crisis y este año hemos percibido un aumento general de la desinformación porque la sequía ha llegado antes" explica Maribel Ángel-Moreno, periodista de datos de Maldito Clima.

"Los desinformadores siempre se aprovechan de las crisis y este año hemos percibido un aumento de la desinformación porque la sequía ha llegado antes"

Maribel Ángel-Moreno

— Periodista de datos de Maldito Clima

Los verificadores han detectado que la difusión de estos bulos se ha acelerado por culpa de la cobertura que le han dado grandes medios de comunicación, de las demandas ante la Fiscalía y porque Twitter "beneficia a perfiles negacionistas si han pagado" la suscripción a la red social. Mientras televisiones y medios digitales amplifican esas teorías, profesionales de la Agencia Estatal de Meteorología para el tiempo y el clima (AEMET) reciben a diario amenazas e insultos.

Bulos electoralistas

A falta de menos de tres semanas para las elecciones municipales y autonómicas, la instrumentalización política de muchos de esos mensajes parece clara. En el punto de mira están el Gobierno y la Agenda 2030, un plan que marca los objetivos de desarrollo sostenible del planeta que se ha convertido en un cajón de sastre de todo tipo de bulos. "Se está consolidando la narrativa de que el futuro va estar lleno de restricciones que van a coartar la realidad, ya lo vimos con las ciudades de los 15 minutos y lo vemos ahora cuando dicen que redirigir los ríos al mar es tirar el agua", asegura Ángel-Moreno.

En un intento para atraer el voto del campo, Vox ha usado las falsedades sobre la sequía para atacar al Gobierno. "Son una amenaza para la prosperidad y para el pan de los españoles", aseguraba el partido de extrema derecha en un mensaje en Twitter en el que vinculaba de forma engañosa el racionamiento de agua en poblaciones de España con las demoliciones de azudes y presas. "Gracias Franco por garantizar el suministro de agua", señala un canal de Telegram ultra con más de 5.300 seguidores.

En muchos de esos grupos incluso se intenta convencer a su audiencia que el objetivo final del "plan de Sánchez" es modificar los frentes de lluvias para "secar España" y favorecer la producción de Marruecos para que sea "la huerta de Europa". Ese bulo, que ignora que la sequía también está golpeando al país magrebí, apunta directamente al perjudicado sector primario español. Además, repite una estructura similar a la de la teoría xenófoba del gran reemplazo, que Vox también ha abrazado.

Viejas conspiraciones

Esos grupos están aprovechando la preocupación actual para relanzar delirios científicamente refutados desde hace años como los llamados 'chemtrails'. Las huellas que los aviones dejan en el cielo son estelas de vapor condensado de agua que surge del CO2 expulsado de sus motores. Aunque esas estelas son inofensivas, los conspiranoicos ven en ello una maniobra de fumigación química impulsada por los poderosos para envenenar a la ciudadanía.

Este bulo –similar al difundido sobre las redes de telecomunicaciones y el 5G– es repetido una y otra vez en foros digitales minoritarios, pero ha crecido e incluso logrado colarse en el Congreso. A principios de mes, el diputado tránsfuga de Ciudadanos y Pablo Cambronero dio por buena esa mentira al preguntar al Ejecutiva si "manipula el tiempo" con el "rociado aéreo de productos químicos". Este expolicía, que ahora flirtea con Vox, también ha amplificado el bulo sobre la destrucción de embalses.