DISCRIMINACIÓN

Sólo un 12,9% de las personas con un trastorno mental lo comparte con sus compañeros de trabajo

La discriminación en el empleo continúa siendo una de las principales barreras: apenas el 18% de quien tiene una enfermedad mental tiene trabajo

Una mujer entra en una oficina de empleo.

Una mujer entra en una oficina de empleo.

Nieves Salinas

Las personas con trastorno mental evitan revelar su problema en una entrevista de trabajo y sólo un 12,9% de las que tienen un diagnóstico lo comparte con sus compañeros. Son datos que, con motivo del Día Internacional de los Trabajadores, el 1 de mayo, rescata la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA. En el informe, 'La situación de la salud mental en España', que realizó recientemente con la Fundación Mutua Madrileña, se indica que más de la mitad de las personas diagnosticadas ha sufrido rechazo social (58,5%) o discriminación (55%), siendo el trabajo el lugar más habitual, señalado en alrededor de 1 de cada 3 casos de discriminación.

La discriminación en el empleo continúa siendo una de las principales barreras para su recuperación e inclusión en la sociedad, ya que ocho de cada diez personas con este tipo de trastornos no tienen un trabajo, remarca la entidad. El informe 'El empleo de las personas con discapacidad (EPD)', correspondiente al año 2021, que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), revela que tan sólo el 17,7% de las personas con discapacidad psicosocial tiene un empleo. Esta cifra es tan solo seis décimas mayor que la del año anterior, 2020, que se situó en el 17,1%, manteniendo la discapacidad psicosocial como la segunda con menor tasa de empleo en 2021.

Salud Mental España pide que las políticas públicas tengan en cuenta "la situación de desigualdad" en el acceso al empleo

"A día de hoy, tener un problema de salud mental sigue siendo una desventaja a la hora de encontrar trabajo y mantenerlo de forma digna, sin poner en jaque tu recuperación", señala el presidente de la entidad, Nel González Zapico que pide que las políticas públicas tengan en cuenta "la situación de desigualdad" en el acceso al empleo, la formación, la promoción o la conciliación.

Mayor implicación

Nel González Zapico reclama, también, mayor implicación por parte de las empresas, las administraciones y la sociedad. "Las personas con trastorno mental son igual de válidas para el trabajo que cualquier otra, mientras que las cifras de desempleo reflejan las carencias existentes no solo en materia de empleo sino de atención multidisciplinar a la salud mental y apoyos a la recuperación", remarca.

Las personas con una incapacidad laboral tienen más probabilidad de sufrir problemas de salud mental y de ir al psicólogo o al psiquiatra

Asimismo, la entidad resalta que las personas con una incapacidad laboral tienen más probabilidad de tener problemas de salud mental. También de ir al psicólogo y al psiquiatra y de consumir psicofármacos. En cuanto a las principales preocupaciones de la población en España, un 47,5% manifiesta "mucha o bastante preocupación" por no poder hacer frente al pago de sus facturas (53,4% de mujeres frente al 41% de los hombres), mientras que la cifra se sitúa en el 39% cuando se refiere al pago del alquiler o la hipoteca (43,9% de mujeres frente al 33,5% de los hombres), según los datos del estudio.

El impacto de la precariedad

"Cada vez hay más evidencias científicas que muestran el impacto que tienen la falta o precariedad en el empleo y la inseguridad por poder llegar a final de mes en nuestra salud mental", denuncia Nel González Zapico para quien "es difícil mantener el bienestar emocional cuando no tienes la certeza de que el futuro sea posible, cuando tu proyecto vital se trunca o cuando tu presente resulta agotador".

En el caso de los más jóvenes, se ven afectados particularmente por la falta de vivienda, las dificultades económicas y la preocupación por el cambio climático. Los bajos salarios, las extenuantes jornadas y ritmos de trabajo, la inseguridad laboral, las dificultades para conciliar, las violencias, etc., unidas a la incertidumbre económica global y las desigualdades, tienen mucho que ver con el malestar en la población, indica la Confederación.

Perder el empleo

De aquellas personas que trabajan, un 45,9% se siente "muy o bastante preocupado" por perder su empleo. El estudio revela que para la mayoría de las personas, la estabilidad laboral (85,5%) y poder llegar sin problemas a fin de mes (85,9%), son factores importantes para el bienestar emocional, inquietudes que son de especial relevancia en el contexto actual de incertidumbre acerca de la evolución de la situación económica.

Colectivos vulnerables

González Zapico señala, además, que la precariedad en todas sus formas "genera riesgos psicosociales que afectan de forma desigual a la población. Las trabajadoras informales, las mujeres, la población joven, las migrantes y los colectivos como las personas con discapacidad, las trans, las autónomas o las trabajadoras culturales son más vulnerables a que su salud mental se vea afectada por la precaria situación que asumen de manera generalizada".

Las mujeres manifiestan una menor satisfacción con su vida laboral (49,9% están satisfechas frente al 62,5% de los hombres) y su situación económica (44,8% frente al 54,2% de los hombres). De acuerdo con los resultados de la encuesta, las personas de clase baja y media-baja se muestran menos satisfechas con su situación económica (63,9%) y con su vida laboral (59,7%), y manifiestan mayor preocupación por no poder pagar sus facturas (56,6%).

A la vista de la situación, SALUD MENTAL ESPAÑA reclama "todo tipo de recursos y medidas" que faciliten la inserción laboral como la formación, la garantía de un sistema de apoyos y adaptaciones, los centros especiales de empleo o el cumplimiento de las cuotas de reserva de empleo para las personas con discapacidad, tanto en la Administración pública como en el sector privado.