INCENDIOS FORESTALES

"Que rueden cabezas", la rabia de Naraval (Asturias) tras un cerco de llamas

Los ganaderos de la localidad tinetense critican la nefasta gestión del bosque y de los recursos contra los incendios: "Los montes son gasolina"

José María Pérez, de Casa El Carrizo de Naraval, en Tineo.

José María Pérez, de Casa El Carrizo de Naraval, en Tineo. / R. S. A.

Sara Arias

Bajamos a cargar agua al río y vimos desfilar el contingente de la UME que se había desplegado por la mañana en la plaza del pueblo. Cuando llegamos solo estaba la Guardia Civil y Protección Civil. Y ahí vino muy gorda. Éramos seis ganaderos con seis cubas y pensamos, ‘esto no lo dominamos’", recuerda el ganadero, José María Pérez, sobre la tarde del pasado jueves cuando las llamas rodeaban las casas de Naraval, en Tineo, pero no había efectivos profesionales para frenar el fuego más que los vecinos y la ayuda que llegó desde todas las partes del concejo a través de un llamamiento en las redes sociales. Y ello pese a que hubo un dispositivo desplegado en la localidad durante todo el día, precisan.

"Si por la mañana hubiera quien diera la orden se podía haber quitado virulencia al fuego, no culpo al equipo de la UME, cumplían órdenes. Siempre se vio hacer cortafuegos y tenían una bulldozer. Intentar algo, no sé, no estar esperando a que llegue a las casas. Y cuando llega el fuego, estampida y no queda ni Dios", añade. Asegura que se sintieron "abandonados" por los responsables que tomaron las decisiones de gestión del incendio "porque el pueblo de Naraval estará eternamente agradecido a todos los efectivos sin excepción y les damos las gracias públicas de corazón".

Pérez, de Casa El Carrizo, también está conmovido por la actuación de los vecinos del concejo de Tineo, que llegaron en masa con cubas para ayudar: "Ver llegar aquello fue como agua de mayo".

Este ganadero cree que hubo "falta de organización y medios limitados" para atender las llamas que cercaban Naraval. "Soy consciente de eran muchos fuegos y, claro, entiendo que para todos no habría ante tal avalancha de llamas, pero hay gente, que es la que cobra, que optimiza al máximo los medios y aquello era todo una comedia. Tenían que rodar cabezas".

Este ganadero cree se dieron condiciones nefastas para el fuego. La meteorología, con unos inviernos que "no vienen duros de agua y nieve para que se empape el terreno, y este aire que se dio, que tampoco era normal para marzo" al que suma "un abandono del monte". "Hay un grave problema de gestión forestal y no es nada nuevo, se sabe hace muchos años, quizás, ahora, esto fue el detonante, la traca final de una nefasta política de montes".

Se refiere a que los montes están lleno de material vegetal acumulado, hojas y piñas secas que "son gasolina". "Lo poco que se limpia es gracias a los cazadores que los mantienen porque pasan", añade Pérez, quien asegura que están "rabiados" con la gestión previa y la del incendio, en el que a punto estuvieron de perder sus casas, animales y cuadras. "Era un aire tan bestial que arrasaba y llevaba cenizas, piñas, chispas por todos lados, hubo algo milagroso que nos estuvo protegiendo de que no hubiera una desgracia".

En el monte han perdido mucho. Tienen un vínculo emocional con sus tierras familiares, al que se añade el varapalo económico. "Hay quien ha visto arder cientos de miles de euros en madera", lamenta. Los vecinos y ganaderos protegieron el pueblo de las crueles llamas sintiéndose "solos" ante el fuego. Por eso les ha dolido mucho que se señale a los ganaderos como autores de lo que considera es "una masacre". "Yo no me considero terrorista para nada, me considero una víctima", afirma. "Si fue un ganadero, el cura, el mecánico o el maestro me da igual, está claro que alguien lo hizo, no quiero entrar en hablar por no callar de qué intereses hay detrás, yo soy un ganadero y sé de vacas, pero casi me quedo sin nada. Me da igual quien haya sido, que den con él y lo pague".

Pérez considera que se les deben disculpas públicas desde la Fiscalía General del Principado de Asturias "por señalar a los ganaderos y poner a la opinión pública en nuestra contra cuando éramos los que estábamos ahí".

Pérez no se ha recuperado aún del impacto emocional que el incendio ha tenido. De hecho, este mismo martes, se encendieron unos rescoldos al lado de su finca que se decidió dejar quemar. No olvidará los fatídicos días que vivieron vigilando y tratando de apagar el fuego "carretando agua, mirando para el monte y llorando. Fueron los peores días de mi vida con diferencia de la angustia y sufrimiento que pasé. Yo y todos". El ganadero insiste en que su queja "no es contra los bomberos y soldados".

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La asociación Asturias Ganadera solicita de la Fiscalía una investigación exhaustiva y rigurosa para determinar la culpabilidad de los terribles incendios. La asociación indica que "los incendiarios, sean ganaderos o no, que por imprudencia o mala fe provocaron alguno de estos incendios, deben ser castigados". Solicita además que se busquen posibles intereses económicos de empresas forestales y madereras, papeleras, de extinción de incendios, eólicas en torno al monte. Y en esa inspección a todos y a fondo también solicita aclarar la posible responsabilidad de Barbón "por su falta de previsión y apoyo a medidas que hubieran dificultado o paliado estos destrozos, tanto en prevención como en extinción". Y recuerda que el TSJA y el Supremo rechazaron plantar eucalipto "nitens" en Asturias.

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Al menos nueve incendios, aunque de menor intensidad que la última ola, continúan activos en Asturias: Is y Montefurado, en Allande; Pico Sieiro (Cangas del Narcea); Covadonga (Cangas de Onís); La Plata (Castrillón); Villahormes (Llanes); Foyedo, en Tineo y Valdés; Rañadoiro (Tineo); Bustefollado (Villayón); y Qués (Piloña).

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