Derechos digitales

Porno, menores e internet: ¿podría España bloquear el acceso de los niños al contenido sexual?

Cada vez son más los países que estudian vías para que las webs verifiquen de forma efectiva la edad de los usuarios sin que ello vulnere la protección de sus datos

Un niño, solo en su habitación delante de una pantalla.

Un niño, solo en su habitación delante de una pantalla. / José Luis Roca

Carles Planas Bou

Francia quiere ser "el primer país del mundo" en imponer un certificado digital de edad a sus ciudadanos para evitar que los menores puedan acceder a páginas web pornográficas. Aunque aún faltan muchos detalles por resolver, la medida que París adoptará a partir de septiembre responde a una preocupación compartida por otros países, que estudian varias fórmulas para limitar el uso que los menores hacen de internet y tratar de evitar su exposición tanto al porno como a otro tipo de contenidos extremos. ¿Podría eso aplicarse en España? ¿Qué riesgos supone?

El acceso a la pornografía se ha normalizado entre los más pequeños. En España, cada vez más menores consumen vídeos sexuales para adultos y cada vez se inician de forma más temprana, siendo los 14 años la edad media de esa primera interacción, según un estudio de 2019. Esa realidad es transversal a muchos países, lo que ha hecho que la verificación de la edad para acceder a ciertos contenidos de internet pase a ser un objetivo compartido. Esa restricción no es tarea fácil.

Esquivar la ley

La legislación española de protección de datos exige de forma expresa a las páginas web que verifiquen la edad de los usuarios que acceden a ellas. El texto fija en 14 años la edad mínima en la que los menores pueden prestar su consentimiento para que se traten sus datos personales. Aquellos que tengan 13 o menos años necesitarán la aprobación de sus tutores legales. Redes sociales como Instagram y plataformas como Youtube han pasado a pedir el DNI de los usuarios para tratar de verificar su edad.

Sin embargo, "la ley no especifica con qué medios deben verificar la edad", explica Jorge García Herrero, abogado especialista en protección de datos. Eso hace que esa exigencia legal sea fácil de sortear. Los gigantes del porno como Pornhub o Xvideos se limitan a poner un botón con el que los usuarios dicen ser mayores de edad, un mecanismo que les permite cubrirse las espaldas pero que es papel mojado a la hora de limitar el acceso a ese contenido. Los menores pueden mentir y clicar en el botón para eludir ese control y seguir consumiendo pornografía.

"No hay constancia de que editores y publicadores de contenido para adultos en España utilicen algún método efectivo para verificar la mayoría de edad de los usuarios, más allá de peticiones al propio usuario para confirmar su mayoría de edad", denuncia la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) en un informe sobre la materia.

Protección de datos

Francia quiere crear un "atestado digital" que obligue a los internautas a verificar su edad sin que ello exponga su anonimato. La segunda parte de la frase es clave. Y es que esta problemática pone en relieve un dilema aún no resuelto: ¿cómo proteger a los menores en internet sin que su identificación pueda suponer una violación de su privacidad?

En Estados Unidos, el estado de Luisiana obliga desde el pasado 1 de enero a presentar una copia del DNI antes de entrar en webs pornográficas. Ese requerimiento legal no podría aplicarse en la Unión Europea (UE), pues supondría con toda probabilidad una violación de la anonimato del internauta. En 2021, el Partido Popular (PP) propuso modificar la ley española para obligar a los usuarios a identificarse mediante el uso de su carnet de identidad, una propuesta que no prosperó.

"Los expertos llevan años dándole vueltas y aún no se ha llegado a una solución, no hay un método sencillo", añade García Herrero. Una de las vías propuestas hasta la fecha, apunta, es que haya un tercer actor de confianza que opere entre el usuario y la página web y que pueda verificar la edad respetando la protección de datos. Habrá que esperar para ver si el experimento francés funciona. "Sería un éxito", concluye el abogado.

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