"Hay que sacar a los jóvenes de la espiral de sueldos bajos y alquileres altos"

¿Por qué ahora a los jóvenes les cuesta más encontrar un piso que en los 80 o los 90?

Ha habido una evolución claramente asimétrica entre los precios de alquiler y los sueldos, cosa que ha desfavorecido obviamente los intereses de los inquilinos. Pero no es solo a los jóvenes a quienes les resulta más difícil pagar una vivienda, sino a muchas más personas. Esto se debe a que el encarecimiento del precio de vivienda también ha sido asimétrico respecto a las rentas familiares, por lo que muchas unidades familiares también se han visto afectadas por este problema. Y no hay que olvidarse de los pensionistas; los jóvenes, a diferencia de ellos, tienen la posibilidad de cambiar de trabajo o de ascender para mejorar su situación económica, pero las pensiones no funcionan así.

El trauma de los jóvenes y la vivienda: "Los precios lastran nuestros proyectos vitales"

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¿Estamos hablando de un empobrecimiento de la población?

Sí, ha habido un empobrecimiento de la población en estos últimos años que se ha dado por esta evolución asimétrica entre el coste de vida y los ingresos que reciben los ciudadanos. Esto hace que hoy en día muchas personas no puedan hacer más que alquilar en condiciones desfavorables y que no se puedan permitir comprometerse y comprar.

"La población se ha empobrecido por esta evolución asimétrica entre el coste de vida y los ingresos"

La precarización laboral no ha ayudado

Los salarios de los jóvenes son muy bajos y más de la mitad son precarios. Lo que está claro es la descompensación entre los altísimos precios de la vivienda y los sueldos precarios de muchos jóvenes. Una situación que les lastra porque gran parte de la renta de sus empleos la gastan vivienda. Es perverso y es necesario sacarles de esa espiral.

¿Es por ello que hay una emancipación tan tardía en España?

Sí. Ahora los jóvenes tienen tres opciones para emanciparse. Una es ahorrar durante mucho tiempo viviendo en casa de sus padres mientras trabajan, la otra es heredar de los abuelos y la tercera es, simplemente, tener mucho dinero, cosa poco habitual. Y esto afecta no solo a la emancipación, sino a la natalidad, porque tenemos menos hijos y los tenemos más tarde. Algunos, incluso menos de los que les gustaría tener. Porque claro, tener un hijo es caro. 

"Que un joven deba marcharse a vivir fuera de su municipio vulnera derechos, es antisocial y antiecológico"

¿No cree que tener que compartir piso para emanciparse es una vulneración de derechos?

Sí, cuando se pretende formar una familia. Frena la experiencia vital de los ciudadanos y eso afecta a la natalidad como hemos comentado. También es una vulneración de derechos el hecho de que los jóvenes se vean obligados a marcharse de su municipio para vivir más barato. Es antisocial i antiecológico. Ir a vivir fuera cuando uno tiene el entorno, la familia y el trabajo en un lugar es absurdo. Irse a un municipio más barato no es en absoluto la solución, solo una excusa del sector que defiende la no regulación de los alquileres.

¿Por qué los jóvenes se encuentran ante esta situación ahora? ¿Puede deberse al crecimiento demográfico?

Es evidente que el crecimiento de la población genera más demanda, y eso hace que los precios suban, pero la precariedad laboral ha hecho que en las últimas décadas muchos ciudadanos hayan perdido la capacidad de ahorro y la capacidad de compra. Lo que decía antes: no pueden salir del círculo del alquiler. Además, es una demanda forzada, no hay negociación entre inquilinos y propietarios, es un "o lo tomas o lo dejas". Ahora hay prácticamente castings cuando se alquila un piso. Ahí es donde tienen la responsabilidad los propietarios, no solo los multipropietarios, sino también los pequeños, que son los que representan cerca de un 70-80% de los propietarios en España.

"La no regulación del mercado es un tipo de regulación pensada para los propietarios"

¿Y por qué no asumen esa responsabilidad?

Debido al tipo de sistema en el que estamos. La economía liberal plantea la no-regulación como modelo para los propietarios. Eso implica que pueden poner los precios que quieran aprovechándose de la alta demanda. Esto afecta claramente a los inquilinos. Pero la no-regulación es un tipo de regulación, y esta ocasiona un sobrecalentamiento del mercado, especulación y precios desorbitados que no se adecúan al mercado ni a las condiciones que ofrece. Se trata de una opción que concede muchas libertades, pero que sin embargo implica muy pocos deberes.

¿Las viviendas sociales son una solución?

Eso podría servir, pero no es mágico. Seamos realistas, se va a tardar décadas en construir un sistema de viviendas sociales que funcione y que permita ayudar a los que más lo necesiten. Es un paso que se debió de dar antes y si no han hecho los deberes ahora es porque en ese momento no interesó.

¿Qué medida puede ser la ideal para solucionarlo? 

La regulación de alquileres. Es la que yo defiendo. Funcionó en Catalunya cuando estuvo vigente: los precios se estabilizaron e incluso algunos bajaron. También es la alternativa ideal al sobrecalentamiento del mercado y para evitar la especulación a grandes y pequeños propietarios.

¿Hay algún otro sistema que no se haya probado?

Hay algunos, pero en España son inviables. Por ejemplo, Canadá prohíbe a extranjeros comprar vivienda para evitar los precios disparatados, pero poner eso en práctica en España es imposible. Pero es importante probar cosas. La Administración ha de asumir responsabilidades para solucionar este problema y debe jugar un papel importante para arreglar las trabas que los ciudadanos se encuentran en el mercado inmobiliario. 

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