Investigación en marcha

El mensaje que reveló que había más víctimas de la manada de Castelldefels: "Robert se portó fatal"

Una de las denunciantes declaró que la habían escogido por su discapacidad y que se aprovecharon de su vulnerabilidad

La manada de Castelldefels admiraba a la de Pamplona en su chat

Vídeo: AGENCIA ATLAS

Guillem Sánchez

Los Mossos d’Esquadra siguen buscando nuevas víctimas de la manada de Castelldefels. Los agentes de la Unitat de Investigació de Gavà saben que podría haber más mujeres violadas que no han denunciado por vergüenza, ya que las emborrachaban para confundirlas. Ese es el caso de dos de las tres víctimas agredidas sexualmente por estos cinco hombres. Estas dos mujeres no acudieron a la policía catalana a revelar lo que habían sufrido, sino que fue la policía catalana quien acudió a ellas a explicar que estaban investigando a Robert P.Alejandro P.Jose M., David A. y Orlando M. por violar en grupo a la primera denunciante y que sospechaban que ellas dos también habían pasado por lo mismo.

A principios de 2022, los Mossos comenzaron a analizar los teléfonos móviles de los cinco investigados, miembros del grupo de Whatsapp 'K-Team', que ha llegado a tener casi una quincena de usuarios, varios de los cuales también están bajo la lupa judicial. Las pesquisas habían arrancado tras la denuncia de la primera víctima presentada a finales de 2021 por hechos acaecidos meses antes, en la primavera de ese año.

Tras esa denuncia, que identificaba a los cinco presuntos agresores, los Mossos los citaron a declarar. Y cundió el pánico entre los miembros del grupo 'K-Team'. Algunos usuarios dejaron el grupo, otros cambiaron de teléfono y la mayoría borró material que pudiera resultar comprometedor. Fue en vano: el trabajo de análisis de la policía catalana halló en el vaciado de los teléfonos pruebas suficientes para encarcelarlos preventivamente. Y también el rastro de las dos nuevas víctimas. 

Capturas de teléfono

En el teléfono de Robert, el administrador del grupo, los agentes localizaron una captura de pantalla que Alejandro, apodado el 'cubano' por su origen, le había enviado después de una fiesta celebrada en su domicilio de Castelldefels. Era la captura de una conversación que Alejandro había mantenido con la víctima a través de Instagram y en la que ella le decía que se encontraba "muy mal" porque había bebido mucho y que Robert se había portado "fatal". "Me pone el pene y ala y yo me arrepiento un montón", escribió. Y añadía: "Se corrió en mis tetas pero a mí me dio asco porque ni me gusta él". 

Una fotografía tomada el día de una violación.

Una fotografía tomada el día de una violación. / EL PERIÓDICO

En la captura se apreciaba el 'nick' de la víctima en Instagram y los Mossos contactaron con ella, que corroboró los hechos y presentó otra denuncia en la que se refleja que, mientras mantenía relaciones sexuales con uno de los implicados, Alejandro y Robert entraron en la habitación y el segundo, valiéndose de la intimidación ambiental que le procuraba el grupo, la obligó a practicarle una felación, que ella hizo por miedo. 

La pista de la última de las tres denunciantes también estaba en otras capturas recuperadas del ipHone XS de Robert. Eran conversaciones en las que varios de los miembros del grupo aludían al caso de la manada de Pamplona de 2016 y especulaban acerca de la posibilidad de ser denunciados por una mujer que, además, sufre una discapacidad debido a una enfermedad degenerativa. La fotografía del grupo de 'K-Team' fue durante un tiempo la imagen de los violadores de Pamplona, tal como recogen informes de los Mossos a los que ha tenido acceso este diario.

Contactada de nuevo por la policía catalana, esta tercera víctima también denunció. Según declaró, los sospechosos la emborracharon tanto que apenas se tenía en pie. En ese estado, Alejandro y Robert la condujeron a la habitación y la colocaron "a cuatro patas", detalla el auto de prisión. Después, Alejandro, Robert, David y Jose la violaron "vaginalmente y analmente" sin preservativo.

Alejandro y Robert, además, le introdujeron su miembro en la boca. La mujer aclaró a los investigadores que no dio ningún tipo de consentimiento y que suplicó que se detuvieran. También subrayó que cree que la escogieron por su discapacidad, que se aprovecharon de su vulnerabilidad. En adelante, el grupo la bautizó como la "discapacitada viciosa". "Quien se acuesta con deficientes mentales a la cárcel va. Tened mucho cuidado y que esto no salga a la luz", se oye en un audio, entre risas, recuperado del teléfono de Robert, en alusión a esta mujer que sufre una enfermedad degenerativa de la movilidad.

Nueva declaración de la primera denunciante

La mujer que con su denuncia ha dejado al descubierto que la manada de Castelldefels llevaba muchos años actuando de la misma manera –violando en grupo a mujeres a las que acorralaban cuando se encontraban bajo los efectos del alcohol– ha declarado de nuevo este miércoles en el juzgado de Gavà. 

Según la letrada que defiende a José M., la única que ha atendido a la prensa, la mujer ha caído en "contradicciones" durante su declaración. Las defensas de los cinco hombres han aportado audios a la causa, enviados desde el teléfono de esta denunciante, en los que afirma estar dispuesta a practicar sexo con todos. Según la letrada de José, la mujer no ha reconocido su voz. 

La primera denunciante explicó a los Mossos que, después de hacer un trío consentido en un hostal del barrio de Sants con Alejandro y Orlando, acudió en dos ocasiones a fiestas celebradas en casa del primero en Castelldefels. Allí mantuvo relaciones consentidas con algunos de los hombres investigados. Pero Alejandro, uno de esos días, entró en la habitación y le ordenó que se acostara con Robert, a lo que ella se negó. Tras su negativa, la mujer afirma que entre varios la sujetaron y la forzaron a practicar una felación a Robert. Alejandro, según su declaración, también la grabó sin su permiso mientras la forzó introduciendo un botellín de cerveza en sus partes íntimas.

Difusión de vídeos

Las tres víctimas fueron grabadas sin su consentimiento y las imágenes robadas acabaron divulgándose en el grupo de whastapp 'K-Team'. Esta práctica, la de captar de vídeos y fotografías íntimos sin el permiso de las mujeres y su posterior difusión, constituye un nuevo delito que se añade a los que, supuestamente, han cometido estos vecinos de Castelldefels contra la libertad sexual de al menos tres mujeres. 

Los teléfonos móviles no solo sirvieron en el caso de la manada de Castelldefels como instrumentos para delinquir, también se han convertido en pruebas que han permitido encausarlos y dar con nuevas víctimas. La investigación todavía no ha terminado. 

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