Alcanzar los 100 años es cada vez más habitual, pero sigue siendo todavía algo excepcional, y más aún entre los hombres. Según datos oficiales, al inicio de este año residían en la provincia de Alicante 429 mujeres y 184 varones con un siglo de vida cumplido. A estos últimos acaba de sumarse Demetrio Torrente Gea, de Ibi, que no solo puede felicitarse de llegar a esta edad con un estado de salud relativamente muy bueno, sino también de la dicha de hacerlo acompañado de su esposa, Manuela López Ramal, de 98, y llevar ya tres cuartos de siglo unidos. Toda una vida, que a pesar de ser ya tan longeva todavía tiene capítulos por escribir.

Demetrio y Manuela nacieron en Chirivel (Almería) y allí se casaron el 2 de enero de 1947, por lo que en apenas tres meses será su 76 aniversario de boda. Se instalaron en Ibi hace ya 55 años, en la misma casa del barrio de la Ciudad Deportiva en la que siguen residiendo. A pesar de su edad viven solos y realizan pequeñas tareas domésticas, aunque sus hijos van a verlos todos los días y los ayudan. Han vivido la Guerra Civil, la posguerra, la dictadura y la democracia, y también la emigración y el volver a comenzar en otro lugar, y el nacimiento de sus nietos, bisnietos e incluso de un tataranieto. La pandemia de coronavirus ha sido una experiencia más de su dilatada vida, afortunadamente sin mayores consecuencias que la de pasar el confinamiento sin poder recibir visitas.

La pareja cogiéndose de las manos. JUANI RUIZ

La historia de esta pareja ha sido bastante convencional, pero quizá en ello está una de las claves para su longevidad: el ejercicio físico del día a día. Cuando la familia se mudó a Ibi, Demetrio no se puso a trabajar en una fábrica, sino en el campo, al igual que había hecho en su pueblo desde que había tenido la fuerza suficiente para ello. Cuidó dos fincas agrícolas de un mismo propietario hasta que se jubiló. Por su parte, Manuela siempre fue ama de casa. Una existencia tranquila y sin sobresaltos, y sin apenas problemas de salud.