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Violencia sexual

Víctima del violador de Figueres: "Mi hija escondió ocho meses que fue violada por miedo a que la rechazaran"

La madre de una menor víctima del agresor rompe el silencio para denunciar que el hombre, denunciado por tres niñas más, sigue en libertad

Imagen referencial. EPC

"No se asuste, pero pensamos que su hija ha sido víctima de una agresión sexual". Era el 28 de febrero de 2022 cuando la madre de una niña de 14 años recibió una llamada de la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Figueres. Fruto de una investigación policial, esta madre supo que su hija había sido violada por un auténtico depredador sexual de niñas, según describe la policía de l'Alt Empordà. Su denuncia, la tercera contra A.A. V. R., demuestra que no fue un caso aislado. La niña, que sigue en recuperación psicológica y ya ha relatado los abusos a las autoridades judiciales, es incapaz de revivir aquel momento que un día quiso olvidar. "Lo escondió por miedo a que la rechazaran en el instituto, los amigos..." cuenta a EL PERIÓDICO DE CATALUYA, del grupo Prensa Ibérica, la madre, que rompe el silencio ante la incomprensible decisión de que el agresor de su hija siga hoy en libertad, a pesar de que tres menores más lo hayan denunciado por lo mismo. "No logro entenderlo... ¿qué más tiene que pasar?", se pregunta la mujer, que desea permanecer en el anonimato.

No fue hasta finales de febrero que esta madre supo del enorme calvario que había pasado su hija. Antes, ya había dado muestras de malestar emocional y físico, pero nadie fue capaz de imaginar la magnitud de la tragedia. Cuando los Mossos le advirtieron, dos niñas ya habían interpuesto denuncia contra el presunto violador de Figueres. Una había sido forzada en enero de 2022 y la otra en febrero de 2022. La policía empezó una investigación que llevó hasta una decena de víctimas más, aunque la mayoría no ha querido dar el paso de denunciar. "Nosotros le preguntamos a mi hija, y después de hablar con su hermana mayor lo contó todo, se deshizo en pedazos", relata la madre.

Ocho meses de silencio

Los abusos habían ocurrido ocho meses antes, en verano de 2021. La niña tenía 14 años y había conocido a su agresor, de 24, en el entorno de amistades escolares. "Un día fue a su casa engañada y cuando él le empezó a quitar la ropa, ella ya no pudo escapar", explica la madre. Su caso, en un primer momento, se trató como una agresión sexual con penetración: él la violó intimidándola a pesar de que ella mostró su negativa a mantener relaciones sexuales en todo momento. Cronológicamente, fue la primera violación que cometió este joven, aunque a día de hoy ya son cuatro niñas que le han denunciado por lo mismo.

Según el relato de la familia, la menor ya dio señales de alarma que nadie supo comprender. Poco después de ser forzada, la menor tuvo un sangrado vaginal fuera de lo común pero ni tan siquiera el pediatra pudo desvelar que había sido forzada. También dio muestras a nivel emocional. "Se quedó todo el verano encerrada en casa, no quería salir.... y después cuando nos fuimos de vacaciones en algunos momentos tenía ataques de ansiedad", dice la madre, que en aquel momento achacó el malestar de la niña a los estragos que la pandemia estaba dejando en los adolescentes. "Lo cuento también para que otros padres puedan detectarlo", sigue la mujer.

El proceso judicial para la menor no está siendo fácil, reconoce la familia. "Cuando lo contó, todo eso la afectó muchísimo. No quería ir al instituto, no quería salir de casa... el proceso judicial es duro pero hay que hacerlo, no entiendo por qué hay otras familias que no han querido denunciar", explica la madre. La niña ya declaró ante el juez en marzo con el acompañamiento de un equipo especializado. Ya no tendrá que volver a revivir lo ocurrido, porque esta misma declaración es la que se usará en el juicio. Ahora está siguiendo tratamiento psicológico y ha cambiado de amistades en el colegio. "Los profesores y todo el instituto la ayudaron muchísimo, también la terapia, poco a poco levanta cabeza", asume la madre.

Lo que ni la familia ni la víctima comprenden es por qué su agresor, después de tener ya cuatro denuncias por abusar de niñas de 14 años, sigue libre. Tanto la niña como la madre se han encontrado al presunto autor en la Rambla de Figueres. "Al principio posponíamos compromisos en el centro por el miedo a verle. Pero al final hay que afrontarlo y que el miedo cambie de bando de una vez", señala la mujer.

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