La Físcalía pedía para el grafitero de Plasencia Loky una pena de cuatro años de prisión por un delito contra el patrimonio al haber estampado su firma en el puente Trujillo, pero finalmente, Diego Terrón de Diego, su nombre real, no tendrá que ir a la cárcel porque las partes han llegado a un acuerdo en la pena a cumplir, que será únicamente económica.

Así, tras más de una hora de espera ante el juzgado de lo Penal placentino, defensa y acusaciones han acordado que tendrá que pagar una multa de 2 euros al día durante 24 meses y un día por la pintada en el puente Trujillo y otros 2 euros al día durante 15 meses y 1 día por los daños en edificios, cocheras, empresas, papeleras, contenedores y otros espacios, en total, 2.344 euros.

Pero además, como más de 40 perjudicados denunciaron los grafitis que realizó, el acuerdo contempla una indemnización en concepto de responsabilidad civil que todavía no está cerrada, pero superará los 31.000 euros. Será algo más porque algunos afectados deben presentar aún las facturas del coste de eliminar la pintada.

"Me relajaba mucho, me quedaba muy tranquilito"

"Es pagable, sí voy a poder pagar", ha afirmado el propio Loky una vez que ha salido de los juzgados. Ha señalado que es escultor y que trata de "buscarme la vida, aunque no hay trabajo, de mí se ríen cuando voy a buscar trabajo". Este jueves, ha vuelto a señalar que hizo las pintadas porque, tras sufrir un aneurisma cerebral en el 2012, "no dormía bien, sé que no lo justifica y que habré hecho daño a mucha gente, pero me relajaba mucho, me quedaba muy tranquilito".

Actualmente, tiene 44 años y ha pedido el fraccionamiento de los pagos. Así, tendrá 24 meses para hacer frente a todos y, si no lo hace, por cada dos días de multa sin pagar acumulará un día de prisión. Afirma que dejó de pintar y no volverá a hacerlo porque "no quiero pasar por aquí -el juzgado- otra vez".

Loky le pilló la Policía Local in fraganti el 29 de enero del 2015, después de varios meses haciendo pintadas por toda la ciudad, más de 400, según han recordado hoy los agentes que le identificaron. Es el grafitero más lesivo que ha tenido Plasencia hasta la fecha, según ha destacado la policía.