Tender la mano y estar cerca de las mujeres, donde y cuando sea necesario, incluso en el club de alterne: este es el espíritu del Programa Alba de la Comunidad Valenciana para ayudar a víctimas de trata y explotación sexual.

El objetivo de Alba es ofrecer a estas víctimas y a mujeres en contextos de prostitución una atención integral -legal, administrativa, psicológica, laboral, social- para que puedan salir de esa situación y construir un proyecto de vida alternativo e independiente.

Para establecer contacto con las mujeres, las profesionales se desplazan a los lugares donde se encuentran: pisos, carreteras, clubes, polígonos... Precisamente la cercanía es la clave del proyecto, su factor diferencial para ganar la confianza de las mujeres y empezar el proceso de acompañamiento, explica María Cucalón, coordinadora del Programa Alba en la provincia de Alicante a  EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diario del grupo Prensa Ibérica al que también pertenece este periódico.

"Se trata de estar donde y cuando se nos necesita. Nos desplazamos, nos acercamos a clubes, a pisos, les decimos quiénes somos, les dejamos claro que es una ayuda confidencial y gratuita. Antes de ir a los pisos, trabajamos con WhatsApp, nos presentamos y les contamos qué servicios tenemos, cuando nos dan el ok, entonces vamos. Pero en los clubes es a puerta fría, vamos y según el encargado cuesta más o menos entrar: a algunos no hemos podido pasar, en otros te lo ponen más fácil. Y tienes que hacer de tripas corazón porque, si no, no llegas a la mujer", señala Cucalón.

Trabajadoras sociales, psicólogas...

En cada provincia de la Comunidad Valenciana hay un equipo integrado por dos trabajadoras sociales, dos educadoras, una psicóloga, una abogada, una técnica en integración social, una administrativa y una auxiliar superviviente. El equipo de Alicante lo gestiona la congregación Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor, que lleva desde el siglo XIX acompañando a mujeres en contextos de prostitución; mientras que en Castellón y Valencia se encarga del mismo la Fundación Apip Acam.

Cada víctima es un mundo, reconoce la experta, con unas necesidades y una historia en la mochila plagada de violencia y desigualdad.

"No se puede ir con la intención de 'yo te voy a salvar' o 'cómo se te ocurre haberte metido en esto', no es cuestión de llegar a un sitio y decirle que está siendo víctima de trata y que se venga conmigo, eso no es real. Hay que reconocerla como persona, como mujer y trasladarle que estoy aquí para que sepa que puede contar conmigo, ya sea en ese momento, mañana o en un mes. Ha habido mujeres que han contactado con nosotras ocho meses después. Les entregamos una tarjeta y les pedimos que la guarden. En momentos en que han sufrido una violación, en que llegan a su límite y quieren salir o necesitan hablar, usan la tarjeta y se ponen en contacto con nosotras", narra.

La idea del programa es ofrecer una atención integral a las mujeres, alternativas de todo tipo: atención documental, psicológica, social... Se trabaja con cada mujer según el momento y la situación que se encuentre. Y esas situaciones varían desde la mujer que tiene muy claro que quiere salir de esa situación de esclavitud sexual 24 horas 7 días a la semana hasta la que no es consciente de que es víctima de trata.

"Es nitroglicerina con lo que trabajamos. Generar confianza es clave y un proceso muy lento. Primero, ella tiene que reconocerse como víctima. Muchas dicen que los tratantes las han ayudado, las han traído e incluso han escolarizado a sus hijos. Cogen a mujeres en una gran situación de vulnerabilidad en sus países de origen, de ahí que piensen que les deben algo a los tratantes. Por eso les cuesta mucho más salir", explica.

A quien tiene muy claro que quiere abandonar se le busca un recurso asistencial, pero el trabajo de las integrantes del Programa Alba abarca desde ayudar a las mujeres a empadronarse y obtener una tarjeta sanitaria, a proveer terapia psicológica, acompañarlas en el proceso jurídico si deciden denunciar, ayudarlas a solicitar el ingreso mínimo vital o la renta valenciana de inserción, sensibilizar en centros de menores para prevenir que las chicas sean captadas por mafias, ofrecer orientación laboral...

Mediadora superviviente

Además de la cercanía, el programa cuenta con un elemento que favorece la intervención con las mujeres: la figura de una mediadora superviviente, que interviene sobre todo en la fase de contacto y vinculación con las víctimas y que asesora al equipo de profesionales.

"Simplemente con que la vean ya produce un relajo en las mujeres porque es alguien con quien se identifican y les resulta más fácil hablar de su situación. Ellas se sienten menos juzgadas", señala.

Es importantísimo, cuenta Cucalón, que las mujeres no se sientan juzgadas. La mayoría, relata, nunca ha compartido con nadie aquello por lo que ha pasado, "nunca ha mirado hacia dentro" y ese proceso, que es lento y complejo, es clave para que empiecen a sacar y a sanar las heridas.

"Ellas han sido engañadas en origen, en tránsito y a la llegada, ¿por qué nos van a creer a nosotras? Requiere de paciencia, tranquilidad y de un abordaje desde el respeto. Hacemos de espejo: si ellas ven que las consideramos, ellas empezarán a hacerlo. Las acompañamos, pero no las suplimos, respetamos su autonomía y sus decisiones", afirma Cucalón.

Desde que se puso en marcha el Programa Alba, en octubre de 2021, más de 1.300 mujeres han sido atendidas y se han realizado 462 salidas a pisos, 404 a clubes, 124 aproximaciones urbanas y 314 a zonas de carretera y polígonos.

Este viernes se conmemora el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños.

Pide ayuda

El 016 atiende a las víctimas de todas las violencias contra las mujeres. Es un teléfono gratuito y confidencial que presta servicio en 53 idiomas y no deja rastro en la factura. También se ofrece información a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y asesoramiento y atención psicosocial mediante el número de Whatsapp 600 000 016. Además, los menores pueden dirigirse al teléfono de ANAR 900202010. Todos los recursos contra la violencia de género.