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Redes sociales

"El error es pensar que se consumirá con mirada limpia el contenido en redes"

Expertos en ciberseguridad alertan sobre el peligro de exponer a los hijos e hijas en Internet: "Cuando subes cosas a la red, pierdes el control sobre ellas"

Una madre fotografía a su hijo en el parque, de archivo. / FRANCISCO CALABUIG

Con el verano y las vacaciones, los padres y madres inundan las redes sociales de fotografías de sus pequeños disfrutando de la playa, bañándose en la piscina o simplemente pasando el rato en casa. El objetivo: compartir, generalmente con su círculo más cercano, un momento familiar, divertido. Pero exponer de esta manera a los hijos e hijas en Internet puede tener consecuencias negativas para el menor. Así lo alertan expertos en ciberseguridad. "El error más grande de los padres y madres que practican sharenting —colgar información sensible sobre sus hijos en la red— es dar por sentado que su público consumirá el contenido con la mirada limpia con la que ellos lo comparten", subraya Pablo Duchement, perito judicial informático, auditor de la Ley orgánica de Protección de Datos y profesor.

Pero esto no siempre sucede así. "Cuantas más fotos publicas, más fácil es que sean vistas por un usuario malintencionado. Hay de todo en la red, incluido depredadores sexuales infantiles", advierte. Aunque es "muy extraño", puede ocurrir que uno de estos individuos se llegue a obsesionar con el menor. "Con cada fotografía que subimos estamos regalando un montón de información. Por ejemplo, si es con el uniforme escolar ya saben a qué colegio ir a buscarlo", señala.

Si no hay una intención de monetizar la imagen de los infantes, su publicación en redes es menos frecuente y se hace con "naturalidad", apunta. Sin embargo, cuando hay un interés económico detrás, la situación se complica. "Si un padre o una madre sabe que determinado contenido que está hipersexualizado atrae a más gente, no va a ver impedimento en que eso ocurra", denuncia.

En cualquier caso, es fundamental que sean conscientes de los peligros que conlleva. José Rosell, socio director de la empresa valenciana de ciberseguridad S2 Grupo, recuerda que las redes sociales no funcionan solas. "Pensamos que la nube es algo etéreo, pero en realidad son centros de procesamiento de datos gestionados por personas que pueden hacer uso de las imágenes porque tienen acceso a toda la información que hay en los servidores", detalla.

La falta de conocimiento al respecto puede llevar a los padres a estar compartiendo la ubicación de sus pequeños sin darse cuenta. "Los dispositivos móviles llevan conectado por defecto el geoposicionamiento de la fotografía. Echando un vistazo a esto se puede saber dónde vive, dónde trabaja y dónde veranea una persona. ¿Qué necesidad tenemos de publicar la localización de nuestro hijo o hija en un momento determinado? Ninguna", asegura.

Estos datos se pueden dejar de almacenar fácilmente configurando el teléfono, igual que se puede pixelar la cara del niño para que no se le identifique con cualquier aplicación gratuita de edición. "Tenemos que concienciar a los padres y madres de lo que están haciendo, porque muchas veces no saben lo que implica", admite.

Evitar el riesgo

Para Duchement, la barrera de protección más efectiva es "no utilizar las redes sociales". "Aquí quitamos el juego del ‘me gusta’ o los seguidores, que es el incentivo para los usuarios. Pero si queremos evitar los peligros, podemos hacerlo", apunta. Dentro de las plataformas, una de las opciones es restringir la cuenta a un círculo muy privado y aceptando únicamente a personas que reconozcamos. "Si se da acceso a desconocidos, estamos en la misma situación que si la tuviéramos pública. ¿Quién está detrás de un perfil en concreto? @Paulita13 podría ser en realidad @Fernando43", afirma.

Aún así, hay que filtrar muy bien ese círculo de confianza, porque quienes forman parte de él "pueden no tener el mismo cuidado que nosotros". "¿De qué nos sirve tener las fotos de nuestros hijos solo en el grupo de la familia, si hay uno que quiere presumir de su primito y las publica?", indica. En este sentido, Rosell pone el foco en una realidad: "Cuando subes cosas a Internet, pierdes el control sobre ellas. No publiques nunca nada conflictivo, porque no sabes dónde puede acabar".

En el momento en el que se detecte un uso ilícito del contenido publicado, el experto aconseja acudir "desde el minuto cero" a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero alerta de que la legislación española solo tiene competencias dentro del territorio. "En Internet no hay fronteras", advierte. Duchement, por su parte, indica que también se puede recurrir al canal prioritario de la Agencia Española de Protección de Datos, un sistema que da respuesta rápida a este tipo de situaciones.

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