Aunque el foco esté puesto en el covid o la viruela del mono, lo cierto es que la incidencia de las enfermedades de transmisión sexual no para de aumentar. Los datos publicados este jueves por la empresa de tecnología especializada en salud Cegedim muestran que en los últimos cinco años (de 2016 al 2021) dolencias como el VIH, la clamidia o la gonorrea han crecido un 84% en España, sobre todo entre los hombres, que duplican en diagnósticos a las mujeres. Los últimos datos oficiales, del Ministerio de Sanidad, correspondientes a 2019 ya indicaban ese boom de enfermedades de transmisión sexual, que no se ha frenado en los últimos años.

Para atajar este problema, el proyecto de reforma de la ley del aborto, que el Consejo de Ministros aprobó el martes para su remisión a las Cortes, incorpora dos medidas fundamentales: educación y reparto gratuito de preservativos en institutos, centros penitenciarios y centros de servicios sociales. Tal como argumentó la ministra de Igualdad, Irene Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo, "la falta de educación sexual en las escuelas es lo que está provocando el aumento de infecciones de transmisión sexual, en un 70%, en un 80%, a veces en un 150%".

Y es que los estudios señalan, tal como también recordó la ministra, que casi el 70% de los estudiantes de secundaria confiesan que la educación sexual que han recibido, que hasta ahora no ha estado reglada y ha dependido de la voluntad del equipo directivo o del profesorado, no ha sido útil para su vida sexual y que son internet o los amigos sus principales fuentes de información.

Las campañas

Ante ello, la reforma de la ley de salud sexual y reproductiva señala que "se harán campañas periódicas destinadas a la prevención de las infecciones de transmisión sexual". Además, indica que la educación afectivo-sexual formará parte "del currículo durante toda la etapa obligatoria", tal como ya ha establecido la reciente reforma educativa, la llamada 'ley Celaá' y que se repartirán métodos anticonceptivos barrera en los centros de servicios sociales, cárceles e institutos, precisamente durante las campañas de educación sexual que realicen los centros educativos.

Según los expertos, los motivos del crecimiento exponencial de las enfermedades de transmisión sexual son variados. Por un lado, está la liberación sexual y la multitud de encuentros sexuales esporádicos que se producen en la actualidad. Por otro lado, se ha perdido el miedo al contagio de VIH debido a que esta enfermedad ya no supone una sentencia de muerte. Y también suma que ahora el sistema detecta más y mejor este tipo de enfermedades, aunque todavía queda mucho camino por recorrer porque, en ocasiones, son asintomáticas.

La estadística

Los datos publicados este jueves por Cegedim indican que del 2016 al 2021 ha crecido un 343% los contagios de VIH, un 140% la clamidia, un 71% las infecciones gonocócicas (gonorrea) y un 59% el herpes genital. Las únicas enfermedades sexuales que experimentaron un descenso son las hepatitis B, C y D.

Y del total de diagnósticos, el VIH representa el 42%, las hepatitis un 26%, el herpes genital un 14% y la sífilis un 8%, aunque con una gran diferencia entre sexos. El virus del papiloma humano (85%), herpes genital (63%) o clamidia (59%) es más detectado en ellas; mientras que la sífilis (80%), el VIH (76%), las infecciones gonocócicas (72%) o las hepatitis B, C y D (62%) son más frecuentes en el género masculino.

En cuanto a las edades, la clamidia se diagnostica mayoritariamente en torno a los 32 años, seguida por el virus del papiloma humano y las enfermedades gonocócicas con una media de edad de 36 y 37 años respectivamente. Ya en la cuarentena, es más frecuente la aparición de sífilis (45 años) o VIH (48 años). Finalmente, el diagnóstico del grupo de hepatitis B, C y D suele darse en torno a los 54 años.