Cuando se cumplen 25 años de la muerte de Lady Di, repasamos sus visitas a Mallorca, que se produjeron hasta en cinco ocasiones, entre 1986 y 1996, un año antes de su fallecimiento. Los posados en las escalinatas de Marivent, los baños de sol en bikini en la cubierta del Fortuna y los gestos cariñosos con sus hijos conforman el archivo de su paso por la isla.

La primera vez que Diana de Gales llegó a Mallorca lo hizo en agosto de 1986, junto a su entonces marido, Carlos de Inglaterra, y sus dos hijos, Guillemo y Enrique. El real matrimonio fue recibido en la base aérea de Son Sant Joan por la reina Sofía, el príncipe Felipe y un comité de bienvenida encabezado por el entonces presidente del Govern, Gabriel Cañellas. A su llegada al palacio de Marivent, les esperaban ciudadanos británicos, emocionados de tener a la regia pareja tan cerca. Y por supuesto, también los paparazzi que seguían la vida de la princesa al minuto.

Como recordaba este diario al cumplirse los 25 años de su primera estancia en Mallorca, mientras Carlos pintaba acuarelas en Valldemossa, Lady Di tomaba el sol en las dunas de las playas del sur de la isla. Colin Campbell destacó en la biografía que escribió sobre Diana que la princesa convirtió a don Juan Carlos en su confidente, ya que "a menudo se quedaba sola en Marivent, porque Carlos pasaba menos días en España". 

Las estancias de los Príncipes de Gales se repitieron otros veranos, los de 1987, 1988 y 1990. Otro biógrafo, José Martí Gómez, publicó que esa libertad que vivió en sus estancias la llevó a buscar una residencia estable en la isla y que llegó a interesarse por la mansión que el constructor inglés Roy Harry Strudwick tenía en el Port d´Andratx.

Ya con el divorcio tramitándose, Lady Di regresó, esta vez para alojarse en La Residència de Deià, invitada por el millonario Richard Branson. Era mayo de 1996 y pasó en Mallorca un fin de semana, acompañada por su amiga Cosima Somerset y prácticamente recluida en el hotel debido al mal tiempo y a la presión de los fotógrafos.