El Telescopio Espacial James Webb (JWST) ha ofrecido dos nuevas imágenes sorprendentemente precisas de Júpiter, que muestran sus tormentas gigantes y vientos extremos y ofrecen a los científicos pistas adicionales sobre la vida interna de ese planeta.

La agencia espacial estadounidense (NASA) ha celebrado este lunes la calidad de los detalles, que según Imke de Pater, profesora emérita de la Universidad de California y codirectora de las observaciones, no se esperaba que fueran "tan buenos".

Las fotografías difundidas permiten ver que las auroras se extienden a grandes altitudes sobre los polos norte y sur de Júpiter. Estas imágenes proceden de la cámara de infrarrojo cercano (NIRcam), que tiene tres filtros infrarrojos.

Como la luz infrarroja es invisible para el ojo humano, esa luz ha sido mapeada al espectro visible. Las longitudes de onda mas largas suelen aparecer más rojas y las más cortas más azules.

En esas instantáneas se ve con claridad la "Gran Mancha Roja", una tormenta de arena que según la NASA es tan grande "que podría tragarse la Tierra", y que en esta ocasión aparece blanca porque refleja mucha luz solar.

Heidi Hammel, científica del Webb, apunta en el comunicado que el brillo es una señal de gran altitud, por lo que esa gran mancha "tiene neblinas de gran altitud".

En las imágenes también se pueden ver los anillos de Júpiter, "un millón de veces más tenues que el planeta", según la nota, y dos lunas diminutas llamadas Amaltea y Adrastea.

Los investigadores ya han empezado a analizar los datos recibidos, que no llegan a la Tierra empaquetada de forma ordenada, sino que hay que traducirlos en imágenes.

Procesó estas dos últimas Judy Schmidt, que en la que se ven los pequeños satélites del planeta colaboró con Ricardo Hueso, cuya investigación en la Universidad del País Vasco aborda el estudio de las atmósferas planetarias.

El Telescopio Espacial James Webb es una misión conjunta de la NASA con la agencia europea (ESA) y la canadiense (CSA) y fue lanzado en diciembre del año pasado.

Es el mayor que se ha enviado al espacio, ofrece una vista inédita del universo a longitudes de onda del infrarrojo cercano y el infrarrojo medio y permitirá estudiar una gran variedad de objetos celestes, desde galaxias vecinas hasta los confines del universo más distante.