El mismo impulso que lleva a Felipe VI a sentarse indolente ante la espada de Bolívar le motiva para levantarse ante Mallorca en compañía de todas las mujeres de su vida, excepto la más importante. El mejor antídoto para almohadillar la enésima polémica patriótica madrileña consiste en aplicarle la indiferencia típicamente isleña del tanmateix. Me acusas de haber ofendido a toda Sudamérica, así que me compro desarmado unos zapatos, y te lo digo además sin palabras pero con un locuaz calzón corto. El Rey nos salió mallorquiñol, qué le vamos a hacer.
CATÁLISIS
Catálisis | El Rey se pone en pie ante Mallorca
Para ver este vídeo suscríbete a Diario de Mallorca o inicia sesión si ya eres suscriptor.
¿Ya eres premium? Inicia tu sesión aquí