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Yoga frente al mar, una conexión pura y sana

El nuevo atractivo turístico en la isla es una práctica que muchos mallorquines llevan años practicando

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María Zazo dando clase de yoga frente al mar

Mallorca se ha convertido en uno de los lugares favoritos para practicar yoga, una disciplina de origen hindú. La pregunta es: ¿por qué turistas e isleños buscan tanto esta práctica en Balears? La respuesta está en el mar. 

El yoga es una práctica tradicional y con muchos años de trascendencia. Consiste en la conexión del cuerpo, la respiración y meditación con el objetivo de mejorar la salud general. Hoy en día esta práctica es utilizada para evitar dolores de espalda, ansiedad y estrés. Al realizarla frente al mar, los beneficios se multiplican. 

María Zazo Yoga es una escuela que ha estado ubicada durante ocho años en Jaime III, y ha sido creada por una amante del yoga, María. Esta es una de las pocas academias de Mallorca que ofrece practicar deporte frente al mar: «Yo ofrezco este tipo de clases durante todo el año, pero sí que es verdad que aquí en Mallorca la temporada es muy estacional. Normalmente, las clases las damos desde abril hasta octubre. Lo único es que hay que tener en cuenta es que en los espacios públicos no se pueden hacer actividades con ánimo de lucro. Yo, por ejemplo, lo hago en el Puro Beach», explica a este diario. 

Yoga del Mar es otro de los lugares que ofrece la posibilidad de practicar el yoga frente al mar. La crearon Nina y Yasmin, dos apasionadas de este deporte, con un deseo en común: «Nos juntamos hace un año y dijimos, vamos a encontrar un lugar donde podamos hacer realidad nuestros sueños. Y encontramos este sitio perfecto en Portitxol. Nuestro estudio tiene vistas directas al mar, abrimos las ventanas y es como si estuviera encima de la arena». 

Clase de la academia Yoga del Mar Julio Feroz

María y Yasmin conocen en profundidad los múltiples beneficios del yoga frente al mar. Ambas coinciden en que es mucho mejor que realizarlo en una academia, entre cuatro paredes. 

El mar aporta un plus con el olor, el sonido de las olas, la brisa del Meditarráneo y la vitamina B. Yasmin habla de una armonía de los sentidos: «El yoga en sí ya es un beneficio, pero si estás frente al mar se juntan los cinco sentidos. La naturaleza es una forma muy bonita de conectar con unos mismo y de bajar revoluciones, ayuda a fortalecer ese centro que perdemos en el día a día. Y el mar es una forma de recargar las pilas y de conectar más allá con el entorno y con uno mismo». 

En el caso de María Zoza, hay un tipo de clientes muy determinado. «Para la práctica del yoga frente al mar la gente es generalmente más joven, a las embarazadas también les suele gustar. Suelo tener gente desde los 30 años hasta senior, a estos últimos les gusta el yoga suave de meditación y de relajación». 

Balears se ha convertido este verano en uno de los puntos turísticos más importantes. La oferta de este tipo de ejercicio es una actividad muy atractiva para aquellas personas que están de visita en la isla, y no pueden realizar este tipo de prácticas en su país. 

En el caso de Yoga del Mar se ofrecen clases específicas a este tipo de público: «Nuestro profesorado es internacional, de diferentes países y ciudades españolas. Las clases son tanto en inglés como en español. También hay clases privadas, que pueden ser en alemán. Somos el único centro de Mallorca que está frente al mar y esto es un gran atractivo para los turistas. Además, en toda la zona del Portitxol hay una mezcla muy variopinta de nacionalidades». María, de María Zazo Yoga, explica que ha llegado a recibir a personas que venían de fiesta a Mallorca: «Hace nada nos llamó un grupo de Galicia que estaba de despedida de soltera y querían empezar el día con una sesión de yoga frente al mar. Y a partir de ahí ya empezó su día en la playa, se quedaron ahí después de la sesión. A la gente le gusta mucho practicar el yoga frente al mar, por el tema de la relajación, el olor, el ambiente, el sonido» 

Una de las alumnas de Yoga del Mar, que lleva 17 años practicando el deporte, cuenta a este diario cómo se inició en este mundo: «Yo empecé porque estaba embarazada y una amiga se iba a apuntar. Me apetecía probar algo nuevo y pensé que no sé, igual me hacía conectar más con el bebé. Cuando me metí en el yoga siempre buscaba espacios al aire libre o cerca del mar. Creo que este tipo de entorno se presta más a una experiencia profunda». 

Una de las clientas de María Zazo Yoga, que lleva 14 años practicando el deporte, afirma que le gusta mucho más realizarlo frente al mar: «El yoga frente al mar se practica principalmente durante el verano. El centro de María ofrece la oportunidad de tener este tipo de clases frente al mar, y nada me gusta más que una clase al aire libre. Además, en el yoga, se trabaja mucho con la respiración y poder tener el aire puro se agradece, la brisa del mar... La sensación es mucho más agradable con el aire fresco a tu alrededor, ahí se conecta mucho más con la respiración. La apertura de los pulmones y la regeneración del aire se hace de una forma más sana y pura, es mucho mejor. Por otro lado, con el sol la musculatura se calienta antes y te vuelves también más flexible». 

Clases grupales de yoga frente al mar Nina Schweser

Lo común es practicarlo muy pronto por las mañanas, o cuando cae el sol. «Hay que ir temprano porque el yoga bajo el sol, a las 11.00 horas de la mañana, puede ser una tortura china. También estamos en una sociedad en la que todo lo hacemos en sitios cerrados. Entonces, practicar esto al aire libre, y encima frente al mar lo completa, cierra el círculo, es mucho más bonito».

Pero, ¿por qué una práctica milenaria como es el yoga está ahora tan de moda? Son muchas las celebrities que practican esta disciplina y lo publican a través de sus redes sociales. Esto ha llevado a una masificación de ofertas y de escuelas para practicarlo, y ahora es mucho más fácil que antes acceder a un lugar donde lo enseñen bien. 

La gente lo recomienda porque quienes llevan un largo tiempo practicándolo no lo quieren dejar nunca: «Yo llevo ya 9 años, a estas alturas no lo voy a dejar, se ha vuelto una rutina. Es algo que se incorpora a tu vida. Al principio vas a clase y bueno, es simplemente una cosa que haces una, o dos veces a la semana. Pero si luego trasciende como me pasó a mí, esto extrapola la esterilla, intentas establecerlo en tu día a día. Respirar en un atasco de coche, tomarse las cosas de otra manera cuando no tienen remedio, no enfadarse cuando no se puede hacer nada. Te ayuda a estar más presente, verlo todo de otra manera, es como una filosofía de vida. Yo creo que ésta es la gran transformación del yoga, cambiar tu mentalidad en el día a día». 

En definitiva, todo el que se acerca a esta práctica se engancha, y eso explica la locura que a día de hoy hay por el yoga. Mientras tanto Mallorca seguirá siendo uno de los mejores lugares para poder practicar yoga frente al mar.

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