El proyecto de Ley de Memoria Democrática que el Congreso ha aprobado y remitido al Senado para continuar su tramitación incluye también un “reconocimiento institucional y moral” a la “demanda de verdad” que exigen desde hace años los afectados por la “pandemia de la poliomelitis”, que sufrieron las consecuencias de decisiones del régimen franquista que provocaron “el fallecimiento o maltrato de niños y niñas, familias destrozadas y arruinadas, madres con sentimiento de culpabilidad y personas sobrevivientes con graves secuelas físicas, agravadas con el tiempo, en una nueva enfermedad neurológica crónica, degenerativa y progresiva como la post-polio, y secuelas psicológicas para el resto de su vida”, según explica el proyecto de ley en su exposición de motivos.

Como forma de reconocer el sufrimiento de los afectados, el texto legislativo prevé que el Gobierno promueva investigaciones y estudios que contribuyan a esclarecer la verdad de lo ocurrido con la expansión del poliovirus durante la dictadura, a partir de los años cincuenta, así como medidas de carácter sanitario y social en favor de quienes han sobrevivido a la polio, sus efectos tardíos y la post-polio, con el fin de mejorar su calidad de vida.

Esta mención y las previsiones contenidas en el proyecto de Ley de Memoria Democrática han sido consideradas como “un gran logro” por los colectivos que agrupan a los afectados y especialmente por la que cuenta con más integrantes, Associats de Pòlio y Postpòlio de Catalunya, que lleva 16 años luchando ante las distintas administraciones para lograr la mejor atención  de los afectados y para conseguir que se les reconozca como damnificados por una “negligencia de la dictadura franquista, que hizo oídos sordos a lo que pasaba en otros países de Europa y América, y cómo estaban combatiéndola en lugar de negar su existencia”. Por esta razón, la entidad señala que el 14 de julio, fecha en que se aprobó el proyecto de ley en el Congreso, fue “un gran día”, aunque subraya su “dolor por los afectados de la enfermedad que quedaron por el camino”.

Las gestiones de Associats de Pòlio y Postpòlio de Catalunya han conseguido que haya cinco hospitales de referencia para la atención de las personas afectadas, así como crear un protocolo para formar a los médicos de cabecera, desconocedores en muchos casos de una enfermedad que la mayoría consideraba erradicada.