El fuego ha arrasado 12.901,54 hectáreas durante el primer trimestre de 2022, un 29,53 por ciento menos que la media del decenio y un 3,95 por ciento menos que en el mismo periodo de 2021, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico.

Sin embargo, aunque se ha quemado menos superficie, el número de incendios ha aumentado notablemente el número de siniestros, que casi se ha duplicado puesto que el año pasado en este mismo trimestre se contabilizaban 1.442 fuegos, mientras en el mismo plazo del presente ejercicio se han registrado hasta 2.824 siniestros, un 95,83 por ciento más.

De los 2.824 siniestros, el 64,97 por ciento (1.835) fueron conatos, es decir que se extinguieron antes de que ardiera una hectárea de superficie, frente al 35,02 por ciento, que superaron esa barrera y alcanzaron la categoría de incendio forestal. De ellos, dos superaron las 500 hectáreas quemadas, lo que se clasifica como Gran Incendio Forestal (GIF); es una cifra similar a la media del decenio y tres menos que los cinco GIF del primer trimestre de 2021.

En cuanto al tipo de vegetación afectada, buena parte de ella, 9.986,25 hectáreas eran matorral y monte abierto; 1.548,10 hectáreas quemadas de superficie arbolada y las 1.367,19 hectáreas restantes, de pastos y dehesas.

De todos los siniestros, el 59,42 por ciento se registraron en el noroeste; el 28,12 por ciento en las comunidades interiores; el 12,43 por ciento, en el Mediterráneo y el 0,04 por ciento en Canarias.

Precisamente en el noroeste, con casi el 60% de los incendios, ardió el 83,71 por ciento de la superficie arbolada; el 11,83 por ciento de esta en las comunidades interiores y el 4,46 por ciento de la superficie arbolada en el Mediterráneo. Por último, de la superficie forestal quemada, el 86,28 por ciento se quemó en el noroeste; el 7,95 por ciento en las comunidades interiores y el 5,77 por ciento, en el Mediterráneo.