De momento no hay datos suficientes que avalen la administración de una cuarta dosis de la vacuna de ARNm -Pfizer/BioNTech o Moderna- contra el virus del covid-19 en la población general aunque tanto la Agencia Europea del Medicamento (EMA en sus siglas en inglés) como el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades Infecciosas (ECDC) están de acuerdo en que se puede administrar a los mayores de 80 años debido al mayor riesgo que tienen de sufrir covid grave en este grupo de edad. 

Según la nueva recomendación, actualmente no hay pruebas claras que indiquen que la protección de la vacuna contra las formas de enfermedad grave esté disminuyendo sustancialmente en adultos de entre 60 y 79 años con sistemas inmunitarios normales y, por tanto, “no hay pruebas claras que apoyen el uso inmediato de una segunda dosis de refuerzo” aunque ambos organismos seguirán vigilando la situación por si la situación epidemiológica cambia. 

De momento, tampoco hay pruebas concluyentes de que la protección de la vacuna contra la enfermedad grave esté disminuyendo o que la cuarta dosis suponga un valor añadido para los menores de 60 años con sistemas inmunitarios normales. Todas las evidencias sobre la cuarta dosis proceden de Israel donde los datos indican que una segunda dosis de refuerzo administrada al menos 4 meses después de la primera restablece los niveles de anticuerpos sin plantear nuevos problemas de seguridad. Los datos también sugieren que una segunda dosis de refuerzo proporciona una protección adicional contra la enfermedad grave, aunque no se conoce la duración de los beneficios y las pruebas son todavía limitadas.

64% de europeos con un refuerzo

Hasta finales de marzo, el 83% de los adultos en la UE había recibido la pauta completa de vacunación pero solo el 64% había recibido una dosis de refuerzo. De ahí la insistencia a todos aquellos que no hayan completado la vacunación inicial o que no hayan recibido la dosis de refuerzo a hacerlo cuanto antes. A partir de aquí, y dado que las campañas de revacunación podrían comenzar en otoño, las autoridades deberán estudiar el mejor momento para aplicar dosis adicionales, posiblemente aprovechando las vacunas actualizadas. Según la EMA y el ECDC, a la hora de decidir sobre futuras dosis de refuerzo, los autoridades sanitarias de la UE deben tener en cuenta factores como la propagación de la infección, los efectos del covid19 en diferentes poblaciones y la aparición de nuevas variantes.