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Crisis del coronavirus

Una madre de Valencia pide retirar la custodia a su expareja por negarse a vacunar a su hijo

Sobre el progenitor pesa, además, una orden de alejamiento

Laura Baztán, madre de un niño de siete años con problemas de salud y sin vacunar.

El inicio del proceso de vacunación contra la Covid en menores de edad ha recrudecido algunos conflictos familiares. Es el caso de Laura Baztán, una madre de Alberic (Valencia) que ha recibido con perplejidad la negativa de su expareja a vacunar a su hijo. El niño, de siete años, sufre dolencias bronquiales y los médicos le han recomendado encarecidamente que reciba la dosis. Ahora, busca una vía a través de la justicia que le permita proteger lo que ella más valora: la vida de su hijo.

Para Baztán es la gota que ha colmado un vaso demasiado lleno. O más bien un barreño. Se separó de su marido al ser víctima de malos tratos. "Llegó a grabar vídeos mientras teníamos relaciones íntimas en los que solo se veía mi cara, no la suya, y a compartirlos a través de internet. Todo el mundo que conocía los vio. He pasado un auténtico calvario, me han acosado durante años a través de llamadas y redes sociales. Y ahora, encima, tengo que pasar por esto...".

Sobre el exmarido pesa una orden de alejamiento, "de cinco años", concreta la madre. Ella tiene la guardia y custodia del niño y él tiene derecho a un régimen de visitas. Antes de irrumpir la covid podía ver a su hijo en puntos de encuentro familiar, "pero eso cambió con la pandemia, la Justicia decidió que podían juntarse dos horas por semana en un parque cerca de casa, con un familiar de confianza, pero no lo ha hecho", añade.

Según relata, ya ha presentado una denuncia ante la Guardia Civil con el objetivo de que el padre pierda la patria potestad sobre el menor. Además del riesgo para su salud, Batzán entiende que el progenitor se ha desentendido de él: "No cumple con las visitas a su hijo y tampoco pasa la manutención. Ahora se niega a que le vacunen. A mi modo de ver, no cumple las funciones de un padre. Ni quiero su dinero ni tener nada que ver con él, solo pretendo proteger a mi hijo de una enfermedad que puede tener graves consecuencias para él", argumenta.

Baztán no ha estudiado Medicina, pero tiene claro que la opinión de su pediatra es la que más peso debe tener: "Yo no entiendo sobre la vacuna ni sobre la enfermedad, pero un médico dice que es recomendable para todos los niños y todavía más para mi hijo por ser de riesgo, no entiendo que su padre ahora se niegue. Estoy muy preocupada porque, para colmo, ves cómo los contagios no paran de crecer en las últimas semanas", expresa angustiada.

Adrenalina y cortisona

El problema del menor es que padece una enfermedad en los bronquios que ya le ha causado problemas en el pasado. "Mi hijo tiene que usar una máquina nebulizadora para dormir. Sufre broncoespasmos. Ha estado ingresado en el hospital varias veces con neumonías y bronquitis. Cuando tenía dos años, le pincharon, incluso, adrenalina y más de una vez le han tenido que administrar cortisona. Si cogiera el virus, podría perjudicarle muchísimo", agregó la madre.

Precisamente, ella ya huyó, en su momento, de su puesto de trabajo para evitar cualquier riesgo: "Yo trabajaba en la cocina de un hospital cuando estalló la pandemia. Me lo dejé porque tenía miedo, no quería estar en un lugar que consideraba un posible foco de infección cuando mi hijo y mis padres son personas de riesgo. Por suerte, mi familia nos ha ayudado y yo he trabajado donde he podido".

Y ahora da un paso más en lo que considera la búsqueda del bienestar del menor: "Yo solo quiero que vacunen a mi hijo para que tenga una vida mejor. Que pueda ir al colegio, a las excursiones y llevar un día a día normal, sin que tengamos el temor a que se contagie. Como madre, solo busco lo mejor para él", concluye.

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