Tiene sólo 15 años, vive en un pueblo de Burgos de 164 habitantes -Monasterio de Rodilla- y sólo con un ordenador y un telescopio y tras muchas horas observando la naturaleza y el cielo, tiene a parte de España con el corazón en puño. 

"¿Podríamos tener otro episodio similar a Filomena? La respuesta es que sí, podríamos tener una quincena, un mes de enero, con nevadas en cotas bajas [...] podría haber en muchas zonas de la Península nevadas fuertes, acompañadas de heladas fuertes y frío", advirtió hace unos días Jorge Rey, estudiante de cuarto de la ESO que saltó a la fama después de que el año pasado predijera Filomena antes de que ocurriera.

Filomena, el temporal más dañino de los últimos 50 años, paralizó media España hace justo un año, provocando un gran caos en múltiples ciudades, entre ellas Madrid, además del cierre de Barajas y el colapso de carreteras y autovías. 

Cuatro personas fallecieron en el fenómeno que se formó al chocar una masa de aire frío procedente del norte de Europa con una borrasca que entró por el sur de España.  

El nuevo pronóstico de Rey, elaborado en base al método ancestral de Las Cabañuelas, sustentado en los análisis de los cambios atmosféricos en los primeros días de agosto, ha copado estos días espacios en informativos y en periódicos. 

Antena 3, La Sexta, Okdiario, La Vanguardia, Onda Cero, As, 20 Minutos o El Mundo, entre otros, han alentado el miedo a otra gran borrasca en base a las predicciones del joven.  

"No son solo las cabañuelas mías, sino cabañuelistas de Murcia también dicen que podríamos tener estas nevadas", aseguraba Rey en un vídeo emitido el fin de semana en Antena. El joven ya adelantó en septiembre la posible fecha de un episodio parecido a Filomena en este 2022: el 24 de enero. Lo hizo en base a la "posición de la luna". 

"Ridiculez"

Una predicción que expertos y meteorólogos tiran por tierra al "no tener base científica ninguna". "Es una ridiculez, las cabañuelas era un intento de saber qué tiempo haría en una época donde no se hacían predicciones. Es como tirar una moneda al aire", señala Luis Balairón, ex director del Programa de Cambio Climático de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). 

Actualmente, la fuente principal de los pronósticos atmosféricos se encuentra en el Centro Europeo de Predicción a Plazo Medio, situado en la localidad británica de Reading. Allí se analizan y predicen la temperatura, humedad, velocidad y dirección del viento en cada uno de los 21 millones de cajas de rejilla en los que se divide la atmósfera, fragmentada "como una especie de malla". 

"Se usan datos de superficie, de las estaciones meteorológicas y de globos sonda, que se lanzan a la atmósfera varias veces al día. Se hace así porque abajo, en la tierra, los datos están perturbados por el calor de las calefacciones o de los bosques", precisa este licenciado en Ciencias Físicas de la Tierra y el Cosmos.

"[Las cabañuelas] Tiene cosas genéricas que podrían acertar; en enero por ejemplo se dan ciertos fenómenos...", desliza sobre este método centenario, que predice el tiempo que hará con meses de antelación en base a las pistas que da la naturaleza durante un periodo concreto, los primeros 12, 18 o 24 días de agosto o de enero dependiendo de la fórmula elegida. 

La nieve convierte Madrid en una estación de esquí

La nieve convierte Madrid en una estación de esquí durante el temporal Filomena de 2021 Agencia ATLAS | Foto: EFE

Los expertos en esta metodología, muy extendida en la España rural, analizan diferentes aspectos, como el vuelo de las aves, las características del sol y la luna, la humedad en las piedras o la intensidad y dirección del viento. 

Jorge Rey, en concreto, aprendió este método del pastor Rafael Sedano, un vecino de su pueblo con el que echa buenos ratos. 

Este estudiante de la ESO da sus pronósticos en la cadena local Radio Espinosa Merindades y tiene su propia página web donde realiza sus predicciones, en las que también utiliza para el corto plazo los modelos que usan los expertos: eltiempoconjr.es. Asimismo, dispone de canales en distintas redes sociales donde comunica sus previsiones.

En su página web Rey diseña mapas y cuelga fotografías de fenómenos atmosféricos que le envían sus lectores. Sólo tres meses después de conocerse que predijo Filomena, su 'site' acumulaba más de 70.000 visitas. En la actualidad tiene un banner donde ofrece espacio para anunciarse. 

"Lo tengo como un hobby, no lo hago por la popularidad ni la fama, sino para que pueda cumplir mis sueños y superarme a mi mismo cada día", afirmaba Rey, al que le gustaría estudiar algo relacionado con la Meteorología, en una entrevista reciente en el programa "Lo hablamos" de Antena 3.   

98% de fiabilidad

Según ha explicado en alguna ocasión el aspirante a meteorólogo, con el que este periódico ha tratado de ponerse en contacto sin éxito, su método tiene una alta probabilidad de acierto, entre el 90 y el 98%. 

De acuerdo a Jorge Olcina, responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, sin embargo, "no se le debe dar fiabilidad" a las Cabañuelas porque "queda muy lejos del método científico".

De hecho, según los expertos, las predicciones suelen superar el 90% de acierto sólo cuando se realizan para los tres días siguientes, pero más allá en el tiempo ese porcentaje se reduce ostensiblemente.  

"A medio plazo, lo que marcan es una tendencia que tienes que ir confirmando porque depende de muchas cosas, cómo los tipos de masas de aire. Las previsiones a 15 días pueden tener una fiabilidad del 65% o del 70% como mucho", sostiene este experto, que aun así pone en valor este método ancestral. 

Época romana

"Es un patrimonio cultural que tenemos en España, de cómo la actividad agraria ha tenido una vinculación con el tiempo atmosférico. Es un acervo cultural interesante. Desde la época romana se usaban señales de este tipo para predecir el tiempo", aprecia el profesor universitario, que establece una analogía entre las diferencias existentes entre "astronomía y astrología" y entre los "métodos de predicción científicos" y Las Cabañuelas. 

"A las Cabañuelas se les da una bola que no les toca. Es como usar los métodos de la abuela o leer el horóscopo. No se pueden hacer previsiones para episodios meteorológicos con ellas", sostiene en la misma línea Carlos Benito, meteorólogo del Canal Extremadura con más de 20 años de experiencia. "Nosotros siempre dejamos muy claro ya que las previsiones a más de dos o tres días hay que tomarlas con cuidado". 

En ese sentido, el ex director del Programa de Cambio Climático de la AEMET señala que en concreto las predicciones de precipitaciones son "las más complicadas" de pronosticar, de ahí que los expertos advirtieron de que podía haber nevadas en enero de 2021 pero no tan intensas como al final fueron.

"Es que depende de variables derivadas de los datos y pueden fallar mucho con respecto a las cantidades o el lugar exacto... que sea nieve o lluvia intensa, son predicciones indirectas", asegura Balairón.

Se da otra circunstancia últimamente, además, que complica la labor de los meteorólogos, y es el cambio climático. "El tiempo atmosférico ha perdido regularidad. En 24 horas puede haber cambios de temperatura drásticos", afirma el profesor universitario Olcina, que pone como ejemplo la "masa tropical" que entró a la Península a finales de diciembre. "En el contexto en que vivimos los cambios de tiempo se suceden en poco espacio y con mucha intensidad".