Un uso eficiente de la energía contribuye a que el gasto de consumo sea menor, pero también, y no menos importante, a que el impacto ambiental se reduzca. Gracias a ello se combaten los efectos del calentamiento global y del cambio climático. Para conseguir optimizar el ahorro energético debe comprometerse toda la sociedad, desde las compañías o los gobiernos hasta el consumidor final.

Teniendo en cuenta este escenario, el ahorro energético y las fuentes de energías limpias han ganado peso y se han convertido en la alternativa como solución a la carencia de los recursos naturales no renovables. Datos de Red Eléctrica de España (REE) apuntan que las energías renovables y limpias han ganado terreno y suponen el 43,6% del total de la energía generada en España.

La compañía utiliza un 100% de energía eléctrica procedente de origen renovable certificado

Ha reducido su consumo de electricidad más de un 18% en los últimos 5 años

Un futuro más sostenible

Como parte de su compromiso por un planeta más sostenible, El Corte Inglés basa su estrategia medioambiental en tres ámbitos: la economía circular y el residuo cero; el packaging sostenible; y la lucha contra el cambio climático. En este último punto es donde la compañía incluye el ahorro energético, la apuesta por las energías renovables, así como la logística y movilidad sostenible, las acciones de medición y compensación, entre otras, como aspectos clave para luchar contra el cambio climático.

En cuanto al consumo energético, el grupo ha fijado dos objetivos: reducir la electricidad consumida y apostar por energías limpias. De hecho, en 2020 consiguió que el 100% de la electricidad suministrada por el grupo en España y el 55% en Portugal procediese de fuentes de energía renovable. Asimismo, en los 5 últimos años, El Corte Inglés ha logrado disminuir su consumo eléctrico casi un 25%. En 2020 ha supuesto un 10% menos que en lo equivalente al ejercicio del año anterior. Para conocer el uso que realiza de la energía e identificar los comportamientos y posibles anomalías, la compañía aborda un proyecto de Control de Consumos. Con esta iniciativa el grupo optimiza sus sistemas consumidores a través de ajustes en las instalaciones y mejoras en sus operativas. Para ello, cuenta con más de 4.000 puntos de telemedida integrados en la mayoría de sus centros. Además, la empresa realiza auditorías energéticas en horario nocturno.

A esto se suma que la compañía ha realizado una inversión de 40 millones de euros en mejorar sus instalaciones en las áreas que más consumo de energía requieren: iluminación, climatización, frío comercial y elevación, entre otras. Además, en algunos de sus centros cuenta con instalaciones solares fotovoltaicas y térmicas para autoconsumo.

Por otro lado, ha incrementado su transparencia medioambiental. Gracias a ello, está empezando a informar sobre su impacto en materia climática mediante la Carbon Disclosure Project, una organización que ayuda a empresas y ciudades a divulgar su impacto medioambiental.

En materia de movilidad sostenible, El Corte Inglés ha implementado nuevos puntos de recarga para vehículos eléctricos en sus centros comerciales. La compañía cuenta con más de 200 puntos de recarga en sus establecimientos, que equivalen a una cesión gratuita a sus clientes de 327.608 kWh. Este consumo se ofrece con el fin de apoyar y promover la movilidad eléctrica, con el valor añadido de una energía 100% renovable con garantía de origen en España..

¿Cómo podemos reducir el consumo energético en nuestro hogar?

Además de las grandes compañías, cada uno desde su hogar puede aportar su granito de arena para reducir el consumo energético, especialmente este año que el cambio de la factura de la luz ha derivado en una subida histórica de su precio. El Corte Inglés cuenta en sus centros comerciales con productos que apuestan por el medioambiente y reducen el consumo eléctrico. Los electrodomésticos están categorizados según su nivel de consumo, esto se conoce como certificación energética y se divide en 7 categorías, de la A a la G, siendo la A la que menos consume. En este sentido, una lavadora antigua puede llevar a consumir 2.850 vatios cada hora, mientras que las que disponen el certificado A solo gastan unos 350 vatios por hora. Esto además de ayudar al bolsillo de los consumidores a final de mes, supone un beneficio para el planeta.

Otra de las acciones que se pueden llevar a cabo desde los hogares para reducir el consumo eléctrico es aumentar el uso de la domótica, lo que significa automatizar la vivienda con tecnología. Esto se puede conseguir a través de productos como enchufes inteligentes, capaces de conectarse y desconectarse a remoto, termostatos inteligentes, con los que regular el consumo de calefacción y aire acondicionado, o bombillas inteligentes, que pueden adaptar el nivel de luz que emiten según la luz solar de la que se disponga en ese determinado momento.