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El 70% de las naranjas de la cooperativa de Sóller viaja a Alemania

Piden que se identifique el producto local y más sensibilización con el fin de revertir la tendencia

El 70% de las naranjas de la cooperativa de Sóller viaja a Alemania Guillem Bosch

En las cajas de la tienda de la cooperativa agrícola de Sóller abundan ahora las clementinas y limones del pueblo y en tres semanas sus cestas empezarán a lucir naranjas navel. Se trata solo de una mínima parte de las alrededor de 500 toneladas que procesa el centro situado en el barrio de s’Horta, debido a que el 70% de la fruta acaba exportada a Alemania, como señala su presidente, Miquel Gual. «Llegan en dos días con las hojas verdes, un auténtico precinto de frescura de la fruta, y para realizar el transporte se aprovechan los tráilers con los contenedores vacíos que antes han venido llenos de artículos de grandes empresas del norte de Europa», detalla.

Para la directora técnica de la asociación Tramuntana XXI, Marta Ferriol, «es loable que haya otras regiones que valoren este producto de la Serra y con la sensibilidad suficiente para desembolsar el pequeño coste añadido que tiene cultivar en su orografía, ya que como aquí no se consume, se perdería». Pero considera «una lástima» que la cooperativa agrícola de Sant Bartomeu haya tenido que recurrir a la exportación de sus naranjas «por la competencia de otros territorios donde se puede producir de forma más intensa y, por lo tanto, a unos precios más reducidos».

Como afirma Miquel Gual, «la cooperativa nació en 1899 por la unión de los pequeños payeses para hacer frente a los caciques, que controlaban la tierra y el transporte por barco. Ahora el problema es el mismo y lo que han cambiado son los actores», añade en referencia a la citada competencia, que no solo proviene de la península y Marruecos, sino de latifundios tan alejados como Sudáfrica y Perú. Por este motivo, apuesta por ofrecer «calidad frente a cantidad», una máxima de los agricultores de la Serra.

«Además de tener un buen producto -destaca-, hay que darlo a conocer». Y por ello la directora de Tramuntana XXI reclama «que se identifique si las frutas, verduras, etc. que se venden son de Mallorca», ya que muchos establecimientos no lo concretan. «Aún queda mucho trabajo por hacer en cuanto a la promoción, que contribuirá a que exista una mayor sensibilización entre los residentes para comprar lo de aquí y revertir así la tendencia de las exportaciones», tal como augura Marta Ferriol.

Orografía idónea

Los cítricos de Sóller, de gran calidad gracias a la orografía y climatología del valle, entre otros aspectos, son también más costosos, al igual que otros productos de la Serra, porque tienen que ser cultivados en parcelas pequeñas, divididas en marjades (muros de piedra seca) y muchas situadas en pendiente, lo que dificulta la mecanización y hace la tierra menos productiva», explica la portavoz de Tramuntana XXI. Por el contrario, la ubicación de Sóller y Fornalutx es idónea para los cítricos gracias a que están protegidos del viento y porque tienen la temperatura y humedad que necesitan.

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