El tremor el sábado por la tarde se intensificó y se incrementaron las tasas de emisión de lava sin afectar más superficie, lo que confirma que la erupción de La Palma tiene "muchos cambios de intensidad y de estilo eruptivo".

La portavoz del comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Carmen López, y el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, han informado en rueda de prensa de la evolución de la erupción volcánica y han aclarado que este episodio estromboliano, que comenzó a las 18 horas y finalizó a la 1 de la mañana, puede volver a ocurrir.

Carmen López ha advertido de que puede haber una aparente falta de intensidad durante un periodo, que se refleje en el tremor, y luego reactivarse, si bien ha matizado que, por el momento, las coladas de lava, aunque rebosan puntualmente por algunos de los tubos y canales volcánicos preexistentes, no afectan a nueva superficie.

Ha destacado el avance hacia el suroeste de la colada que discurre al norte de la montaña de Cogote, también sobre coladas previas, y que, salvo que se produzca una variación, no afectará a la planta fotovoltaica, a más viviendas ni al cementerio de Las Manchas.

Aunque el sábado la columna eruptiva era más vertical, al presentar la erupción un carácter estromboliano con un importante aporte de piroclastos, hoy ha vuelto una intensa emisión de cenizas, lo que ha hecho que empeore la calidad del aire.

Morcuende ha precisado que este domingo previsiblemente será cuando el Gobierno de Canarias decida si mañana se retoman las clases presenciales, ha aumentado la cantidad de partículas en suspensión pm10 en Los Llanos de Aridane, donde la calidad del aire es extremadamente desfavorable y es recomendable utilizar mascarillas de protección FFP2.

También ha agregado que el sábado por la tarde se intensificaron los vientos alisios y se produjo una entrada de aire procedente del este, lo que no va a permitir que aumenten las partículas pm10 en las localidades situadas al norte.

La nube de cenizas ha alcanzado los 2.700 metros y se dirige hacia el suroeste, lo que es favorable para la operatividad del aeropuerto de La Palma.

La sismicidad ha disminuido respecto a días anteriores y se localiza en las mismas zonas y a las mismas profundidades, ha destacado Carmen López, quien ha comentado que en las últimas horas la magnitud máxima ha sido de 4,5 a 36 kilómetros de profundidad con intensidad máxima IV.

En cuanto a la deformación en la estación cercana a Jedey se ha revertido, mientras que en resto de las estaciones hay una tendencia también de deflación.

La emisión de dióxido de azufre durante del sábado fue alta, si bien registra una tendencia descendente, mientras que la emisión difusa de dióxido de carbono sigue con la misma tendencia ascendente con 1.200 toneladas ayer.

Fuera de la zona de exclusión estas emanaciones difusas no representan ningún peligro para la población, ha resaltado la científica.

El director técnico del Pevolca ha comentado que el número de albergados, que son 467 personas, dos más que el domingo, 400 en un hotel de Fuencaliente y 67 en otro de Los Llanos de Aridane.

La superficie afectada sigue igual: 983,44 hectáreas destruidas, con 3.100 metros de distancia entre las coladas y 56,22 kilómetros de perímetro.

Según el Instituto Geológico y Minero de España la superficie destruida son 972,20 hectáreas y el delta lávico tiene una superficie de 30,91 hectáreas.

También los datos referentes a daños a infraestructuras son los mismos, según datos del catastro, 1.446 edificaciones están destruidas, de ellas, 1.171 son residenciales, 147 de uso agrícola y 66 industriales, 33 de ocio, 13 de uso publico y otros son 14.

Según registra el satélite Copernicus hay 2.593 edificaciones/construcciones destruidas y 129 en riesgo.

Además hay 63 kilómetros de carreteras afectados, de los cuales 43 corresponden a pequeños viales y 283 hectáreas de cultivos de las cuales más de la mitad son de plataneras, a las que le siguen la viña y aguacateros.

Morcuende ha aclarado que la afección a nuevas hectáreas depende de la apertura del cono del volcán, que por el momento se mantiene invariable, motivo por el que no se han producido más daños materiales.