Los incendios forestales arrasaron 340.000 hectáreas de la Unión Europea en 2021, según el informe anual publicado este viernes por el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea, que destaca que la temporada de este año es "aún peor" porque a estas alturas de año ya han ardido casi 500.000 hectáreas del bloque.

La 21 edición del Informe Anual sobre Incendios Forestales en Europa, Oriente Próximo y África del Norte, correspondiente a 2020, señala que Rumanía fue el país de la UE más afectado por los incendios forestales el pasado año, seguido de Portugal, España e Italia.

Además, unas 136.000 hectáreas quemadas, alrededor del 40% de las afectadas por incendios el pasado año, formaban parte de espacios protegidos Natura 2000, una cifra inferior a la de un año antes pero por encima de la media de los últimos nueve años. Por otro lado, los incendios de más de 30 hectáreas afectaron a 20 Estados miembros y quemaron casi 339.500 hectáreas. Todas estos incendios, continúa el informe, ocurrieron a pesar de que el Mecanismo de Protección Civil de la UE se modernizó con una flota de aeronaves de extinción de incendios a través del programa rescEU, lo que reforzó su capacidad para ayudar a los países en la temporada de incendios forestales.

En concreto, la temporada de incendios forestales de 2020 se caracterizó por "un gran número" de ellos en el primer semestre, con casos en invierno en el delta del Danubio y en los Pirineos, y en primavera, sobre todo en los Balcanes. Durante el verano y el otoño, en cambio, los más afectados fueron los países mediterráneos, especialmente España y Portugal. Con todo, la cifra total de superficie arrasada es inferior a la de 2019, cuando se registró el peor año de la historia con más de 400.000 hectáreas quemadas, pero el informe para 2020 informa de más muertes en incendios forestales que un año antes. En España, en concreto, se registraron seis fallecimientos, entre ellos cuatro bomberos.

En cualquier caso, Bruselas advierte de que la temporada de 2021 es "aún peor" puesto que en lo que va de año han ardido casi 500.000 hectáreas, de las que un 61% son bosques que "tardarán años en recuperarse". De hecho, a finales de junio, momento que marca el comienzo de la temporada de incendios, habían ardido ya unas 130.000 hectáreas.

En esta línea, el informe del JRC apunta que los incendios no afectan ya únicamente a los países del sur, sino que constituyen también "una amenaza creciente para el centro y el norte de Europa". También subraya que nueve de cada diez incendios se deben a causas humanas, por lo que son "fundamentales" campañas de sensibilización y educativas para prevenir catástrofes.

El comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, ha explicado que el cambio climático "está ampliando la temporada de incendios forestales en varios meses", un fenómeno que "aumenta la probabilidad de que las poblaciones europeas tengan que enfrentarse a más emergencias relacionadas con incendios forestales en el futuro". "Para mitigar el impacto de los incendios forestales son cruciales unos bosques y una tierra sanos y resilientes que se gestionen de una forma que proteja la biodiversidad y a las personas", ha reivindicado, por su parte, el comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius.