El pasado 3 de septiembre, el rey Felipe VI volvió a Mallorca tras finalizar sus vacaciones familiares para disfrutar de una última cena con sus grandes amistades de la isla.

El lugar elegido para esta reunión fue el bar Nitos, situado en la zona de Gomila, cerca del Palacio de Marivent. Este discreto asador de pollos lleva años siendo uno de los rincones favoritos del rey por la calidad de su pollo y la famosa salsa.

Por este local de apenas 40 metros cuadrados no solo ha pasado Felipe VI. También han visitado el asador Juan Carlos I, Kyril de Bulgaria, Eric Burdon, Lorenzo Santamaría, Mari Trini o Jaime Anglada, entre otros. Este último aparece en una fotografía en el perfil de Facebook del bar tocando la guitarra junto al dueño, lo que da buena cuenta de la relación entre las amistades del rey y los propietarios.

Juan Jiménez, dueño del local, suele ser reacio a conceder entrevistas, aunque en los últimos años ha hablado con los medios en ocasiones puntuales. Como apuntaba en una entrevista concedida a DIARIO de MALLORCA, el Nitos levantó la barrera justo después de la inauguración de la famosa discoteca Barbarela, en 1969. A partir de ese momento, su local se convirtió en parada obligatoria para famosos que regentaban la disco, y de «viajeros y mallorquines que iban a ligar extranjeras».

El suyo es un caso de éxito basado en el trato cercano y la intimidad. En 2017 recibió el reconocimiento como «hijo ilustre» del Terreno por su luchar por «cohesionar el barrio». Gomila está viviendo una reconversión radical en los últimos años con proyectos de gran envergadura como el de Camper o Gomila Center. La zona está sufriendo cambios que afectan a vecinos y locales de toda la vida, como el Nitos, que luchan por sobrevivir en un entorno cada vez más codiciado. Jiménez declaraba en 2010 que «esta decadencia es una suma de factores» en el que el principal era, y sigue siendo, la falta de apoyo de los políticos, así como las cargas impositivas que han hecho «imposible seguir sosteniendo los negocios». Además, añadía que existían «extraños intereses» de los que no quería hablar.

A principios de mes fue noticia por volver a la isla para disfrutar de una cena con amigos en el conocido asador.