Ordenada, en fila india y dejando un espacio entre cada uno de los marxaires. Así fue la salida, que tuvo lugar anoche en la plaza Güell de Palma, de la 47 edición de la Marxa des Güell a Lluc a Peu.

Cerca de 3.000 personas, de todas las edades y procedentes de distintos puntos de la geografía insular, participaron en la Marxa, dispuestos a cubrir los casi 50 kilómetros que separan Palma del Santuari.

Horas antes de la salida el ambiente fue animándose en la plaza Güell. La fiesta arrancó con música, en concreto con boleros, a cargo de los Balladors de Lluc y el grupo Los Naipes. No faltó el humor, que llegó con Joan Carles Bestard y su popular personaje de Madò Pereta. Uno de los momentos más emotivos antes del ‘sus’ fue el homenaje que se le tributó a Juan Ripoll, director de Relaciones institucionales de Eroski, fallecido este año. Se le descubrió una placa en su honor.

También se descubrió otra placa, en esta ocasión en recuerdo a las víctimas de la Covid y a los colectivos sociales que lucharon contra la pandemia.

El desaparecido Tolo Güell, fallecido en marzo de 2020, recién iniciada la pandemia de la Covid 19, también fue homenajeado. Se inauguró un busto dedicado a su persona y se le entregó una placa conmemorativa a su viuda.