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Cócteles ‘low alcohol’ para un verano covid

El cambio en el consumo como resultado de las restricciones por la pandemia ha llevado a muchas coctelerías a modificar sus cartas

Matías Iriarte, barmanager y propietario del Chapeau. NANDO ESTEVA

Adaptarse o morir. Esta ha sido la máxima que ha seguido este verano el sector del cóctel en Baleares para sobrevivir al cierre en plena crisis covid. La tendencia a beber temprano como consecuencia del recorte de horarios, la disminución del consumo de bebidas alcohólicas y la preferencia por los aperitivos para acompañar a los cócteles son algunos de los factores clave que han empujado a muchos bares a modificar sus cartas.

Este verano, las cenas y los aperitivos acompañados de cócteles sencillos con una cantidad muy reducida de alcohol han reemplazado a las noches de fiesta en las que la bebida era la única protagonista. Rafa Martín, propietario del Brassclub de Paseo Mallorca, ha orientado su oferta de cócteles hacia elaboraciones más básicas y clásicas, «bebidas rápidas de ejecutar conjuntamente con una pequeña selección de una carta de comida en la que vendemos sobre todo tacos, perritos calientes y hamburguesas». La tendencia actual se encuentra en cenar y disfrutar, al mismo, tiempo de un buen cóctel «para volver a casa cenados».

El cóctel ‘Moscow Mule’ es una de las bebidas estrella en el bar Brassclub de Paseo Mallorca. NANDO ESTEVA

Por su parte, Sergi Vicente, quien regenta el conocido Clandestino Cocktail Bar, ha tenido que acomodar su oferta de brebajes a la nueva normalidad del bar, lo que implica contar con menos personal, clientes extranjeros y menos tiempo para servir, así como una facturación inferior a la que percibían antes de la covid: «Hemos acortado un poco la carta de cara a tener menos elaboraciones para que no se nos echen a perder». Además, con la pandemia, muchos bartenders han percibido un notable incremento en el consumo de bebidas cuyo porcentaje de alcohol es bajo o prácticamente inexistente. Martín explica que, desde hace seis meses, ha notificado un aumento considerable en la venta de productos de menos del 50% de alcohol e incluso sin nada de alcohol, « hace años nadie habría pensado que tendríamos ginebra sin alcohol y ahora vendemos gin tonics sin alcohol, incluso ginebras que en lugar de tener 40º tienen 20º», alega el hostelero. Es por esta razón que el low alcohol o alcohol bajo marca hoy tendencia en el sector de la mixología, desde el vodka mule (vodka con jengibre), Tom Collins (ginebra con zumo de limón) y todo tipo de mezclas con sabores cítricos y frescos y suaves, «trabajamos con mucho producto local, como la fresa cuando es temporada», añade. En Sa Creu Nova, hotel ubicado en Campos, también causan sensación los cócteles de sabores afrutados, y desde hace escaso tiempo han comenzado a experimentar con cítricos como el mango, la piña o el pomelo.

‘Mar y montaña’, receta del bar Chapeau. NANDO ESTEVA

José Cortés, barman del hotel, afirma que, ante la crisis de la covid, han decidido apostar por lo seguro y de gusto popular: «Hacemos coctelería más comercial, más frutal, no con sabores novedosos sino con sabores que gustan a todo el mundo». Estrategia similar ha seguido Vicente del Clandestino en su bar, donde este verano han triunfado los cócteles de autor, entre los que destaca el denominado Big Jean (pepino, menta, zumo de lima, ginebra) y un refresco de jengibre que se llama Ginger Dear.

La bebida ‘Azul es Trenc’.

La bebida ‘Azul es Trenc’. NANDO ESTEVA

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