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Ocio

Terrazas de verano | Bananas de Son Bauló: templo estival

Terrazas de bananas | B. Font

Diu la dita que una mà renta l’altra i les dues, la cara. Al Bananas de Son Bauló han agafat aquesta filosofia per omplir la seva carta de producte local, de Mallorca i també de Menorca. Un dels problemes que tenen els productors illencs és la falta d’una distribució potent. La seva preocupació és fer bé el producte i molt sovint no tenen mans ni temps per invertir en canals per fer-lo arribar als consumidors. Tot i que hi ha excepcions com el Mercat Ecològic de Palma, tal vegada convendria fer feina en aquest sentit des de l’Administració i des de l’empresa privada. Mentrestant, cal lloar i agrair establiments com el Bananas, que aposten per reduir una mica els marges de beneficis a favor de potenciar la indústria local.

El concepto de chiringuito ha evolucionado durante los últimos años en muchos de estos establecimientos. Si bien es cierto que existen algunos de ellos anclados en los típicos pepitos, hamburguesas y alguna fritura, la oferta culinaria ha cambiado para bien. Un ejemplo es Bananas de Son Bauló. Aquí se puede continuar gozando de la agradable sensación de tener los pies en la arena mientras se comparten momentos con familia y amigos, y se saborean platos que van más allá de un sándwich con unas patatas fritas congeladas.

Equipo del establecimiento al completo | B. Font

De gyosas de ‘cap-roig’ a croquetas de ‘botifarró’.

En este templo del verano, situado cerca del yacimiento de Son Real, se pueden comer gyozas de cap-roig, pescado exquisito previamente preparado al horno, que acaban de elaborar con la vaporización de su propio caldo. También sirven unas exquisitas croquetes de botifarró amb reducció de xarop d’en Gori, la explosiva combinación de licores que popularizó el grupo musical Ossifar y cuya receta incluye palo, canya, herbes i cassalla. También preparan musclos de roca servidos en greixoneres de Can Bernadí con salsa de tomàtiga de ramellet; e incluso hay sugerencias como un escabeche de aranya, un pescado que es difícil de encontrar a día de hoy en los restaurantes.

El jefe de cocina es Pere Barceló, un autodidacta enamorado de los fogones que decidió dejar de lado su responsabilidad en alimentación y bebidas de un hotel de Calvià para centrarse en este proyecto capitaneado por Xisco Castelló. Otro que se sumó a la aventura es Armand González como responsable de sala; pero en el negocio también se ha involucrado al 100% la familia de Castelló, tanto sus hermanas como su esposa. «Nos falta dar un nuevo giro a los arroces», confiesa Xisco Castelló; quien no duda en hacer estandarte del producto fresco y local: «Compramos cada día el pescado en el Mercat d’Inca, apostamos por Arròs Grif de sa Pobla, servimos kombucha elaborada en Llubí, así como vino de Mallorca, por ejemplo de Galmés i Ribot, embutidos de Cas Sereno y mejillones de Menorca». En su lista de sugerencias también hay platos curiosos, como la rajada amb saïm vermell, tàperes i llimona con crumble de sobrasada. Se trata de una elaboración inspirada en el recetario Son Moragues, perteneciente a la familia de su esposa, descendiente de los herederos del Arxiduc Lluís Salvador. De postre, gelat de llorer (receta propia), brownie de algarroba y cardenal del Forn de Baix (Lloseta), además de licor d’herbes elaboradas por ellos mismos.

Escabeche de "aranya" | B. FONT

Un poco de historia.

La familia Castelló empezó a regentar el Bananas de Son Bauló en 1987. Anteriormente se encargaba de este espacio una señora de Campanet. Era un local mucho más rudimentario que con el tiempo fue adoptando la forma actual. La denominación Bananas proviene del bar que Toni Castelló abrió en 1986, con su socio Salvador, en Can Picafort, una época en la que se reivindicaba la belleza de la isla a base de nombres tropicales, sirvan de ejemplo restaurantes bautizados como Brasilia o Copacabana. El negocio fue bien unos años, de hecho, abrió otro Bananas en el Port d’Alcúdia y también un restaurante en 1990, El Marisco. El Bananas pasó varias épocas con socios diferentes, por ejemplo con Franz Broens, cuando se conocía como Beim Holländer (Ca l’Holandès). Los años pasaron y el negocio fue bien, pero la crisis de 2010 afectó a Toni Castelló. Para ayudarle, su hijo Xisco tomó cartas en el asunto hace unos seis años. Con mucho trabajo y esfuerzo, se ha creado el nuevo Bananas, una idea que empezó a gestarse en 2019. Este año ya ha dado qué hablar y me aventuro a afirmar que continuará para bien en un futuro.

Apunts de sobretaula

Diu la dita que una mà renta l’altra i les dues, la cara. Al Bananas de Son Bauló han agafat aquesta filosofia per omplir la seva carta de producte local, de Mallorca i també de Menorca. Un dels problemes que tenen els productors illencs és la falta d’una distribució potent. La seva preocupació és fer bé el producte i molt sovint no tenen mans ni temps per invertir en canals per fer-lo arribar als consumidors. Tot i que hi ha excepcions com el Mercat Ecològic de Palma, tal vegada convendria fer feina en aquest sentit des de l’Administració i des de l’empresa privada. Mentrestant, cal lloar i agrair establiments com el Bananas, que aposten per reduir una mica els marges de beneficis a favor de potenciar la indústria local.

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