Simoneta, Juan, Beltrán, Fernando y Bruno Gómez-Acebo han vendido el que fue el chalé en Mallorca de su madre, la infanta doña Pilar. La casa, ubicada en la urbanización Sol de Mallorca fue, durante muchos años, el lugar de reencuentro familiar y donde la hermana de don Juan Carlos pasó su último verano. También fue allí donde la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin estuvieron instalados durante el juicio por el caso Nóos.

La duquesa de Badajoz solía pasar largas temporadas en la isla y, en los últimos tiempos, tendía a alargar su estancia hasta octubre. Mayte Spínola, creadora del grupo Pro Arte y Cultura y una de sus grandes amigas, la convenció para que adquiriera la propiedad en la urbanización que había construido su marido, el empresario Graciliano Barreiros. Los herederos decidieron poner en venta la casa cuando murió doña Pilar, en enero de 2020. Era la mejor manera de resolver la herencia y el patrimonio que les dejó su madre a los cinco hermanos Gómez-Acebo: Simoneta, Juan, Beltrán, Fernando y Bruno.

Como adelantó ayer Vanitatis, el chalé recién vendido tiene doscientos metros cuadrados repartidos en dos plantas y una parcela de mil metros con piscina y barbacoa. En la planta baja cuenta con un recibidor, el salón comedor, dos habitaciones, un cuarto de baño, el aseo, la cocina, un patio interior, la zona de servicio y un porche. El primer piso tiene dos dormitorios, cuartos de baño y una terraza. El inmueble goza también de unas vistas inmejorables. El precio de mercado de una vivienda de estas características en la zona rondaría los tres millones de euros, aunque de momento no se sabe el importe exacto que han pagado por ella.

El cumpleaños de la infanta

El cumpleaños que celebraba doña Pilar en su casa de Mallorca era una de las citas del verano. Solía coincidir con la llegada de los monarcas a Marivent y en muchas ocasiones se les pudo ver llegando y saliendo del chalé. El último aniversario que congregó a la familia fue el celebrado en 2019. 

Este chalé no fue la primera casa de doña Pilar en la isla. Cuando los duques de Badajoz eligieron Mallorca para pasar los veranos, compraron una casa en la zona de Portopí. La restauraron y pasaron las vacaciones durante varios años. Pero llevaron a cabo otra remodelación que no contó con el permiso del Ayuntamiento y Urbanismo les instó a derribar la reforma. Hubo juicios y recursos, hasta que en 1992 el Tribunal Superior de Justicia de Balears dictó sentencia firme y doña Pilar tuvo que aceptar el derribo. En aquel momento, la infanta aseguró que nunca más volvería a pisar la isla, pero no pudo mantener su palabra. Cambió de opinión y adquirió el chalé de Sol de Mallorca. 

Este verano, los Gómez-Acebo se han ido instalando en la casa de Mallorca por turnos para pasar las vacaciones.