"Poder volver a navegar es una maravilla". Estas han sido las primeras palabras de Felipe VI al pisar el Club Náutico de Palma por primera vez este año. El Rey ha participado esta mañana en la regata con el equipo del Aifos y, al llegar, ha conversado con Emérico Fuster, presidente del Náutico.
La Copa del Rey MAPFRE de vela ha comenzado esta mañana tras un año de parón por la pandemia. Desde este lunes, la competición concentrará a más de mil regatistas divididos en 108 equipos de 19 países para nueve categorías. La entrega de premios está prevista para este sábado a las 21 horas en Ses Voltes, frente a la Catedral de Palma. La cita náutica más esperada del verano ha vuelto a la “normalidad” después de tener que suspender la edición del año pasado. La competición no había parado desde su inicio en 1982.
Una de las mayores preocupaciones de la organización era la seguridad. Por ello, exigían una prueba PCR o de antígenos a todos los participantes y visitantes que accedieran al recinto. Según los organizadores, la intención principal es convertir el evento en un espacio seguro para que esta edición no sufra ningún percance. Lo más comentado entre los participantes ha sido el uso de la mascarilla durante todos los momentos en los que estaban en el puerto, ya que solo podían quitársela cuando soltaran amarras. Para entrar, debías presentar un código QR. En el caso de que existiera algún problema relacionado con la covid, quieren tener a todos localizados para poder actuar con la mayor rapidez. Aquí entra el buen hacer de los trabajadores, que han estado pendientes de que todos cumplieran las medidas.
Como era de esperar, el rey Felipe VI ha embarcado este mediodía en el Aifos 500 en Porto Pi para competir en la clase BMW ORC 1. Durante la mañana, ha tenido audiencias con las principales autoridades de Balears en la Almudaina hasta las 11:30 horas. La embarcación se ha desplazado hasta Porto Pi desde el Real Club Náutico de Palma para recogerle y se ha unido al resto del equipo. El objetivo principal del monarca, si todo sigue según lo previsto, es participar en varias de las regatas que se organizan durante la semana y, por ello, ha tenido que someterse a un test covid-19, al igual que los demás participantes. Sobre las 17 horas, el Rey ha desembarcado en el Náutico junto a la tripulación del Aifos. Es la primera vez que pisa el club desde su llegada a la isla.
Algunas fuentes del Aifos 500 ya adelantaron que Felipe VI tiene muchas ganas de navegar y se siente «muy cómodo y a gusto». En este sentido, el Rey tendrá que alternar sus apariciones públicas con su pasión por el mar.
Luca, uno de los participantes de la regata de este año, ha explicado que viven estos días con muchos nervios y confiesa las dificultades de trabajar con mascarilla. A pesar de esto, agradece a la organización todo el esfuerzo que están haciendo y reconoce la necesidad de seguir todas las medidas para poder competir: «Teníamos ganas de navegar».
Durante todo el día se ha podido ver trajín y ajetreo en los distintos espacios, sabedores de la importancia de empezar con buen pie un día tan anhelado. Algunos, desubicados por ser su primera vez en el Náutico, han tratado de encontrar su lugar. «¿Te suena haber visto a un señor de 50 años con gafas azules?», preguntaba una chica joven a unos voluntarios desconcertados en la entrada.
En la primera mañana de regatas, las tripulaciones de la Women´s Cup han recibido algunos obsequios de Mallorca Sotheby’s, uno de los patrocinadores, antes de soltar amarras para dirigirse hacia el mar.
Los organizadores prevén una semana llena de emoción y alegría tras varios meses de preparación. Retomar la normalidad, dentro de lo que cabe, se ha convertido en una de las metas de esta edición porque son conscientes de la importancia de una cita como esta para el deporte y la isla.
