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La reina Sofía: una agenda solidaria y paralela a la Casa Real

La emérita, a punto de instalarse en Marivent como cada verano, intensifica sus actividades sociales y medioambientales

La reina emérita doña Sofía participó como una voluntaria más recogiendo basura.

No es la primera vez que doña Sofía se convierte en una voluntaria más que se calza sus botas de montaña, guantes y, bolsa en mano, recoge residuos abandonados en la naturaleza, uno de los grandes problemas mundiales. Comprometida desde hace décadas con las causas sociales y la protección y el cuidado del medio ambiente, ahora que está más libre de actos oficiales puede dedicarse a otras tareas.

El pasado sábado 12 de junio, tras vivir un intenso y emocionante viaje a su país natal, Grecia, donde se la vio disfrutar de un recital clásico en el teatro Odeón de Herodes, en Atenas, junto a sus hermanos, el rey Constantino de Grecia y la princesa Irene, y posteriormente viajar a Suiza para celebrar el 56 cumpleaños de la infanta Cristina, que reside en Ginebra con su hija Irene, la madre del Rey Felipe VI se desplazó al Soto de las Juntas de Madrid para participar en la campaña 1m 2 contra la basuraleza, del proyecto LIBERA (SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes) del que la Fundación Reina Sofía es intensa colaboradora. No en vano, en septiembre del pasado año se sumó también a la limpieza de playas en la Costa del Sol.

La reina emérita, que en estos últimos años -sobre todo, a raíz de los escándalos sobre la figura del emérito don Juan Carlos-, dispone de una agenda institucional mucho más relajada y con menos protagonismo dentro de la institución monárquica, no desperdicia, sin embargo, su imagen para apoyar las causas en las que se siente cómoda: ahora que la reina doña Letizia le ha tomado el relevo en proyectos de carácter más feminista, de apoyo a la infancia o enfermedades como el cáncer, doña Sofía se vuelca en su faceta más ecológica.

Doña Sofía, a bordo del ‘Falcao’ con su hermana Irene. FUNDACIÓN REINA SOFÍA

Y no solo lo hace en Madrid. Cabe recordar que el pasado verano, cuando los Reyes y sus hijas, Leonor y Sofía, habían abandonado Mallorca, la emérita vivió una experiencia única a bordo del Falcao; desde la embarcación se liberó un ejemplar de tortuga Hipatia, de 46 kilos de peso y que había sido rescatada en aguas de Portocolom. En calidad de presidenta ejecutiva de la entidad que lleva su nombre, y gracias al acuerdo firmado con la Fundación Palma Aquarium, doña Sofía puso su granito de arena para continuar con la protección de la fauna marina de Balears ayudando a devolver al mar el ejemplar. Una experiencia que calificó de inolvidable como aquellas en las que junto a sus hijas Elena y Cristina y sus nietos, hacía lo mismo en Cabrera.

Desde Palma Aquarium se ha confirmado a este periódico que en estas últimas semanas se han rescatado varias tortugas y que se están recuperando positivamente. «Si a la hora de devolverlas a su hábitat sabemos que doña Sofía está en la isla, por supuesto que la invitaremos», confirman desde el acuario.

Mallorca, su refugio

Las fuertes restricciones sanitarias impuestas por la pandemia y que restringían los viajes hizo que el pasado año la reina emérita no pudiera disfrutar de Mallorca tanto como quería. Es de sobra conocido que doña Sofía había soñado con retirarse en la isla e instalarse de manera permanente en Marivent. Aunque hace ya años que la madre del Rey se ha hecho a la idea de que no podrá ser, lo cierto es que la isla, que tanto le recuerda a su infancia y juventud, sigue siendo su refugio.

Aunque se conoce que en mayo disfrutó de una breve estancia en la isla junto a su hermana y el matrimonio Frucheaud, no hay imagen de esos días de asueto. Así que habrá que esperar a los próximos días, quizás horas, para obtener la primera instantánea de doña Sofía en Mallorca. Cuando lleguen los reyes -previsiblemente el 30 de julio-, volverá a quedar en un segundo plano.

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