En el Siglo 3 d.c. Cercadilla era el mayor palacio del Imperio Romano, construido por el emperador y general Maximiano Hercúleo. Hoy, 30 años después de parte de la destrucción del imponente yacimiento como consecuencia de la edificación de la Estación del AVE, la sensación de gran pérdida sigue abierta en muchos. Así lo siente y manifiesta Camino Fuertesarqueóloga que coordina en Córdoba la Red de Espacios Culturales de Andalucía, perteneciente a la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta. A primera hora de la mañana se dispone a hacer una visita guiada al conjunto monumental con un grupo de cordobeses que se han interesado por este lugar un tanto desdibujado entre la abundante riqueza patrimonial de la ciudad. Lo primero que destaca es que, aunque puesto en valor, el conjunto de restos está mal mantenido. “Ahora mismo necesita una limpieza urgente y un contrato de mantenimiento de vegetación y limpieza de basuras. Con eso, estaría perfecto”.

La arqueóloga Camino Fuertes realiza una visita guiada al yacimiento de Cercadilla. Francisco González

Los terrenos del yacimiento pertenecen al Ayuntamiento de Córdoba. Su gestión, entre los años 1991 y 2015, estuvo en manos de la Junta de Andalucía, momento en que la Consejería de Cultura decidió devolverle esta labor al consistorio. Explica la arqueóloga que “en aquel momento el ayuntamiento no contaba con recursos, se le vino encima el yacimiento de Cercadilla y desde entonces ha intentado siempre tenerlo en buenas condiciones pero en los últimos meses ha coincidido que, justo en su aniversario, ni siquiera tuviese un contrato de mantenimiento”.

Una parte del conjunto monumental de Cercadilla Francisco González

El valor de los restos del gran palacio imperial han ocupado numerosos artículos en prensa tanto local como nacional, “hay casi 900 artículos escritos”, puntualiza Camino quien añade que “son muchos para un yacimiento arqueológico”. Pero aún hay mucho por hacer, “Cercadilla no está muerto”, asegura. En la lista de tareas recuerda que lo primero que hay que hacer es limpiarlo a diario, “igual que están los Jardines de los Patos, súper bonitos, pues igual tiene que estar Cercadillas”. Existe un Plan Director que el Ayuntamiento tiene que acometer. “En un edificio que está muy expuesto es imprescindible realizar un trabajo de conservación y a partir de ahí se puede hacer de todo pero contando con profesionales de reconocido prestigio para el sitio”. Se trata de un espacio con una serie de condicionantes que lo hacen muy difícil de entender, por eso también, intuye la arqueóloga, “ha llegado peor a la ciudadanía”. Un ejemplo de lo que dice lo vemos cuando habla de la dimensión del palacio. Expresada en hectáreas, 80.000, es difícil de imaginar pero cuando Camino traduce la medida a campos de fútbol, ocho, los asistentes se hacen una imagen mental de la magnitud del yacimiento y entonces sí, muestran su asombro y admiración. “No es un anfiteatro, ni el más grande, es un palacio imperial y ahora, ¿cómo cuentas lo que es? eso es complicado de entender porque es extraño ver este tipo de construcción en Córdoba pero se ha conseguido explicar y la gente lo entiende”. Ahora, destaca Camino, “solo queda aceptar que es una de las cosas más extraordinarias que tiene esta ciudad. Córdoba va a vivir con el yacimiento y tiene que hacerlo sin traumas como el que se tuvo con parte de su expoliación”.