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Toni de Pascual, mallorquín en Masterchef: «Me encanta hacer reír a los demás, pero cuando cocino me pongo serio»

«Para ganar ‘MasterChef’ hay que aprender, escuchar y ser humilde», confiesa este palmesano enamorado de los arroces

Toni de Pascual, palmesano, de 34 años, con el delantal blanco de ‘MasterChef’.

Mallorca vuelve a tener representante en MasterChef. Es Toni de Pascual, un palmesano de 34 años, devoto de los arroces y con un sueño: montar su propio restaurante.

¿Por qué decidió presentarse a MasterChef9?

Decidí presentarme a MasterChef porque es el programa que siempre he seguido. Incluso cuando vivía en el extranjero, lo veía online. Mi familia y yo somos superfans del programa. Tenemos un chat exclusivo de MasterChef y hacemos un concurso de MasterChef en Navidad para nosotros. Amo la cocina y pensaba que podía ser un buen candidato para entrar. Así ha sido y estoy superfeliz.

No es la primera vez que un mallorquín concurre en MasterChef. Ya lo hicieron antes otros, algunos llegando muy lejos, como Vicky Pulgarín o José María Royo. ¿Siempre ha sido un seguidor de este programa?

Seguía a Vicky de cerca y me encantó su programa. Hice lo mismo con José María. Me parecen dos concursantes ejemplares y siempre dejaron a Mallorca muy bien. Mi objetivo es hacer lo mismo. Soy fiel seguidor de MasterChef desde el programa 1y espero poder trasmitir eso al público, para hacerles llegar mi amor por la cocina y por este concurso.

¿Qué hace falta para ganar un concurso como este?

Para cumplir el sueño de ganar MasterChef hacen falta muchísimos factores. Lo primero, por supuesto, es aprender, escuchar y ser humilde. Creo que además el trabajo y el esfuerzo son necesarios. Para que se den todas las circunstancias te tienen que acompañar muchas cosas, como que los platos te salgan bien en cada prueba y que el jurado esté contento con tu trabajo. Al final es muy difícil y estás sometido a mucha presión, estamos hablando del mejor talent de cocina del mundo.

De los tres integrantes del jurado, Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera, ¿con quién se iría de cañas?

Con Pepe Rodríguez. Sí que es verdad que no me iría de cañas, porque no bebo, pero sin duda quedaría con él para tomar un café o un refresco. Tiene un humor que me encanta y que comparto, además es entrañable, trabajador y profesional. Creo que es el que más pega con mi carácter y, sin duda, sería el que elegiría para tomarme algo.

¿Cuál es su primer recuerdo, de su vida, relacionado con la cocina?

Buf, tengo una barbaridad, pero siempre que pienso en cocina recuerdo esas paellas que hacía mi abuela María (abuela paterna), en el campo, para toda la familia. Hacía estas paellas en leña para todos. Éramos una barbaridad de personas y quedaban espectaculares. Cuando me preguntan esto se me viene a la mente ese olorcito a leña y a socarrat que tanto me gusta.

¿Qué le llevó hasta la cocina?, ¿cómo descubrió esta pasión?

Es algo que siempre me han transmitido en casa. Mis padres siempre han cocinado superbien y han sido frikis de la cocina, por así decirlo. En mi familia nos movemos simplemente por el tema gastronómico, a la hora de viajar y demás. Yo, al haber estado tanto tiempo en el extranjero, me obligué a cocinar y a aprender. Es una pasión que llevo dentro desde siempre.

¿En su familia hay antecedentes culinarios? ¿Alguno de sus familiares se decidió por la gastronomía?

A nivel profesional no tengo antecedentes culinarios, pero sí es verdad que todos, absolutamente todos en mi familia son amantes de la cocina y, además, todos saben cocinar de alucine. Yo creo que, para un nivel amateur, he visto en pocas familias que se cocine como en la mía. De hecho, el día 24 en Navidad entre nosotros organizamos un concurso de pinchos, estamos todo el año planificando ese certamen para ver quién va a ser el rey y la reina de todas las navidades y que tenga esos privilegios de poder elegir la comida o pedir que le traigan un café. Somos muy amantes de la cocina y es algo que llevamos desde muy pequeños siempre.

Toni, segundo por la derecha, junto a algunos de sus compañeros en ‘MasterChef 9’. TVE

¿Qué define su cocina?

El trabajo, sobre todo. El trabajo y el esfuerzo. Me considero una persona risueña, me encanta reír y hacer reír a los demás, pero cuando toca cocinar me pongo serio. Amo la cocina y cuando digo que la amo es de corazón. Es algo que me tomo muy en serio: cada detalle, cada cosita a la hora de emplatar, que el sabor esté perfecto... Me autoexijo un montón y creo que al final eso es lo que hace que un comensal acabe disfrutando de algo que para mí es tan importante como la comida.

¿Qué ingrediente o ingredientes son fundamentales en sus platos?

Sin ninguna duda, la cebolla, es lo que más uso.

¿Qué hace grande a un cocinero, en su opinión?

Los comensales.

Ha confesado que su otra gran pasión es el póker. ¿Desde cuándo la practica?

El tema del póker es algo con lo que yo he trabajado mucho tiempo. Lo conocí de muy joven y en aquel entonces no estaba tan bien visto como ahora. Fue difícil que la familia lo asimilara, pero luego mi vida tomó caminos diferentes, conseguí buenos trabajos en el extranjero que me permitieron viajar mucho y el póker lo tenía en un segundo plano. Al final, entrando más en el círculo profesional y conociendo a más gente, me di cuenta de que era lo que me llenaba, junto con la cocina, y decidí dedicarme plenamente al póker. Estuve 5-6 años jugando en vivo, viajando por todo el mundo, jugando torneos, jugando partidas en los casinos… De hecho, conocí a mi pareja gracias a este mundo. El póker siempre será parte de mí y es algo que creo que se merece un reconocimiento a nivel nacional brutal. Tenemos muchísimos jugadores nacionales que están en el top 50 mundial, hay muchísimo trabajo, mucho esfuerzo, muchísimas horas de estudio y de juego, incluso horas de trabajo mental con coaches. Es un mundo inmenso que da de comer a muchísima gente. Creo que tiene que estar donde se merece, es un juego de estrategia puro y duro, como podría ser el ajedrez, y quiero intentar, con todo lo que pueda, que así sea. Yo formo parte de un equipo profesional online, The Nemesis Backing se llama, y tenemos clases diarias, tenemos revisiones diarias…

¿En qué invertiría el premio de MasterChef si ganara?

Evidentemente intentaría mejorar mi empresa, que es algo que hice con mucha ilusión. Es una empresa relacionada con la gastronomía local. Intentamos que la gente de fuera se vaya con un conocimiento de la verdadera Mallorca: lo que realmente hacemos los mallorquines, qué comemos, qué sentimos, cómo nos movemos… Invertiría para que fuera un boom y, aparte, lo que más ilusión me daría sería montar mi restaurante. Sería un restaurante de arroces, que es algo que tengo en mente desde hace muchísimo tiempo y espero poder intentarlo. Pero en cuanto a los premios, lo que más ilusión me hacer es el Máster en el Basque Culinary Center y, después de haberme formado completamente, afrontaría ese reto de montar mi propio restaurante.

¿Dónde se ubica su negocio de gastronomía?, ¿qué tipo de platos ofrece en este negocio?

Hacemos tours locales, desde visitas a una tafona de aceite mallorquín con una posterior cata de vinos. También hacemos clases de paellas, que en este caso las doy yo, hacemos visitas a bodegas, hacemos un tour por el mercado, un tour de desayuno… Tenemos varios tours y nos intentamos adaptar al cliente de una manera privada y siempre de la mano de una persona local. Esta es nuestra idea y espero que regrese muy fuerte, como lo dejamos justo antes de la covid.

Como empresario, ¿qué exige a la Administración en estos tiempos de pandemia?

A nivel empresarial ha sido un bache muy gordo. Nos hizo mucho daño. Mi pareja y yo habíamos abierto unos meses antes. Nos fue muy bien desde el principio y teníamos un montón de reservas. Desgraciadamente llegó la pandemia a nivel mundial y nos afectó a todos, especialmente a Palma que ya sabéis que vivimos del turismo. Afortunadamente me he podido sostener bien con mi segundo trabajo que es el póker. He tenido esa suerte, pero es algo que ha nivel empresarial nos ha hecho mucho daño y hemos tenido que seguir pagando las cuotas, no se nos ha perdonado nada… Ha sido un año muy duro y esperemos que vuelva todo a la normalidad.

¿Qué le llevó hasta Nueva York?

Estuve en Nueva York dos años. Venía de estar seis en Londres. Al ser manager de un equipo de ventas de juguetes me ofrecieron la posibilidad de irme a Nueva York y acepté inmediatamente. Recuerdo perfectamente estar en las escaleras de Times Square y recibir la llamada de mi jefe inglés ofreciéndome ese puesto. Era muy joven y ha sido la mejor experiencia de mi vida, antes de llegar a MasterChef. Conocí muchísima gente y fue otro sueño hecho realidad.

Colabora con Projecte Home. ¿Qué le arrastró al mundo de la noche y cómo logró salir de él?

Conocí el mundo de la noche muy joven y me gustó. Siempre fui muy juerguista. Es algo que tú no quieres reconocer, que no te das cuenta porque como todo va bien y vas ganando dinero pues no lo quieres asimilar. Pero llega un punto en el que te haces mayor, miras atrás, te das cuenta de que es hora de cambiar y empezar de cero. Creo que, además, se tiene que regularizar el hecho de tener un problema y poder pedir ayuda. Es algo que a mí me costó y que he visto a muchísima gente que me ha rodeado en este proceso. Estoy muy orgulloso. Creo que en cada familia hay un problema. Basta ya de tener miedo a decirlo, quiero ser ese referente para que la gente dé ese paso y levante la mano para pedir ayuda. Es muy bonito dejarte ayudar y es más bonito aun cuando tú lo superas y puedes ayudar a los demás. Fue una etapa un poco oscura de mi vida, pero no es algo que deba olvidar. Lo sigo teniendo presente, va a formar parte de mí siempre y estoy orgulloso de estar donde estoy.

¿Qué admira de Arguiñano?

Estuve viviendo con mi abuela una temporada y Karlos Arguiñano estaba cada mediodía en la cocina, que era donde comíamos y le veíamos. Creo que además hay que agradecerle todo lo que ha hecho por la cocina. En este país es un referente gigante, para mí lo es todo, y sería un placer poder conocerle algún día.

¿Cuáles son sus platos estrella?

No tengo un plato estrella como tal. Me encanta la cocina, me encanta aprender. Es verdad que tengo debilidad por los arroces, es algo en lo que me gustaría acabar siendo un top y un referente en este país.

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