Un mallorquín, en lo más alto del podio por su destreza con la peonza

El mallorquín ha competido contra más de un centenar de países, en las modalidades de estilo libre o freestyle (peonzas vacías, de plástico o con punta giratoria) y tradicionales (de madera maciza). En las dos modalidad, se valora la técnica, la dificultad, el estilo y la originalidad de los movimientos del concursante, que hace del manejo de este juguete tradicional un arte novedoso. Tampoco han quedado atrás los grandes baldufers de Mallorca, Josep Sina y Xisco Valls, que han conseguido la quinta y la sexta posición en la categoría de estilo tradicional.

Debido a la situación generada por la covid-19, el concurso finalmente se ha celebrado esta edición en versión online.

Vizcaíno, además de conquistar el primer lugar en estilo libre, se alzó también con la segunda posición en estilo tradicional.

Según el campeón del mundo, «la peonza mallorquina nunca había sido tan conocida a nivel internacional como en la actualidad». La afición a las peonzas está en auge en Mallorca desde hace algunos años: por una parte, en el marco del mundo del circo en formato de espectáculo, y por otra, desde la organización de exhibiciones o encuentros, como las dos ediciones de la Trobada Mallorquina de Baldufes en Pollença o la baldufada popular que se celebra cada año en Costitx. «Este proceso ha ido acompañado de un desarrollo y perfeccionamiento del arte de fabricar peonzas con el torno de madera, artesanía también al límite de la extinción hoy día y, pese a ello, más brillante que nunca», señala el artista mallorquín.

Vizcaíno se inició en el mundo del circo a los 14 años. Malabarista autodidacta, lanzador de cuchillos y manipulador de objetos, es miembro del Circ Bover desde 2005. Paralelamente, con la artista Mari Paz Arango, crean su propia compañía, Atirofijo Circ en 2015, con la que ha participado en numerosos festivales internacionales donde introducen el juego de las peonzas.