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"El satélite nos iba a permitir una observación de la Tierra al detalle"

"Esperaba con ganas las primeras imágenes", confiesa el presidente de la Asociación Española de Teledetección

"El satélite nos iba a permitir una observación de la Tierra al detalle"

«Este satélite nos hubiera permitido una observación de la Tierra al detalle, con una resolución de 2,5 metros que ahora no tenemos, es una desgracia». Así de rotundo se muestra José Antonio Sobrino horas después de frustrarse la puesta en órbita del Seosat-Ingenio, el primer proyecto de estas características con sello español y capaz de captar imágenes de enorme valor geoestratégico. Sobrino, presidente de la Asociación Española de Teledetección, se confiesa esperanzado en que el proyecto pueda rescatarse en un futuro inmediato por el largo camino ya recorrido.

«Esto nos daba autonomía como país y nos garantizaba una cobertura cada tres días de imágenes muy buenas», señala quien fue Premio Rei Jaume I de Protección Ambiental 2019, y que se dedica a trabajar con todo lo que capta el Copernicus. De ahí que esperara «con enorme ilusión» el éxito de la iniciativa ya frustrada.

«Era un proyecto de diez años, casi catorce desde que se plasmó por primera vez en papel, del que esperábamos mucho y cuyos datos tenía enormes ganas de empezar a utilizar», expresa. Ocho minutos después del despegue, todo quedó «parado de golpe».

Para este catedrático de Física de la Tierra y profesor de la Universitat de València, el principal temor es que la «actual coyuntura económica (por culpa de la pandemia) ralentice un segundo intento». Pese a ello, se agarra al optimismo y aguarda a que se pueda volver a lanzar «y con mejores prestaciones».

Valorado en doscientos millones, el Seosat-Ingenio había sido desarrollado por el Centro para el Desarrollo de Tecnología Industrial (CDTI) de España. El objetivo era proporcionar información para aplicaciones en cartografía, uso del suelo como puedan ser detectar las construcciones ilegales, la gestión urbana o del agua, pero o el monitoreo ambiental.

El Seosat-Ingenio resultaría también muy práctico para el seguimiento de catástrofes naturales como inundaciones, incendios o terremotos. Para Sobrino, además, se trata de una herramienta fundamental para medir la temperatura superficial del mar, algo básico en un escenario de emergencia climática. Este tipo de misiones siempre suelen contar con un comité científico del que suelen participar socios, bien aportando investigadores de instituciones como ha sido la Universitat de València y usuarios, como la propia Asociación Española de Teledetección.

España, principal beneficiario

España iba a ser el principal beneficiario de los datos recogidos por el satélite durante los siete años que iba a estar en órbita, tanto a nivel gubernamental como por parte de empresas comerciales y usuarios civiles. «Lo que nos proporcionan los satélites es de un enorme valor, de ahí que lamentemos lo sucedido con el Ingenio, por todo lo que implica», manifiesta Sobrino.

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