Un estudio liderado por el manacorí Rafel Matamales-Andreu, paleontólogo del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP), analiza el registro de vertebrados marinos del Triásico hace entre 252 y 201 millones de años en Mallorca. Publicado en la revista Historical Biology, incluye la descripción de una vértebra de ictiosaurio, un reptil marino de unos tres metros de longitud que se alimentaba de peces y de otros reptiles. El fósil pertenece al primer ejemplar con anatomía primitiva de este grupo que se ha encontrado en toda Europa.

Según el estudio, hace 252 millones de años se produjo la extinción más masiva de la historia de la vida, mucho más devastadora que la que acabó con los dinosaurios. “Poco se sabía de la fauna que habitaba las aguas baleares después de este cataclismo”. Según el investigador, el registro fósil de vertebrados marinos en las islas es “escaso y no ha sido muy estudiado”. La investigación ha permitido describir por primera vez la presencia de ictiosaurios, un grupo de reptiles que vivía exclusivamente en el agua, donde eran depredadores de peces y otros reptiles más pequeños que cazaban haciendo emboscadas.

La vértebra fósil de este ictiosaurio fue hallada en el puig d’en Canals (Sóller) y tiene unos 240 millones de años. Se trata de una vértebra que estuvo expuesta en el Museu Balear de Ciències Naturals de la localidad durante cerca de veinte años y había sido erróneamente asignada a un notosaurio, otro grupo de reptiles marinos. “Al estudiar con detalle hemos visto que pertenece a un ictiosaurio con una morfología muy primitiva”, explicó Matamales-Andreu, a la vez que señaló que es “la única evidencia de estos antiguos ictiosaurios en Europa, que hasta ahora sólo se habían encontrado en la costa oeste de Norteamérica, en China y en Japón”.

A pesar de su aspecto primitivo, el ictiosaurio mallorquín es 10 millones de años más reciente que sus parientes más cercanos. El equipo investigador postula que esto es a causa del aislamiento relativo de las aguas baleares durante el Triásico. “Creemos que los mares de Iberia (que incluyen Balears) fueron un refugio para estos animales que preferían vivir en aguas poco profundas, mientras que todo el mundo se diversificaban otras especies de ictiosaurio que eran mejores nadadoras”.

Más allá del ictiosaurio, los investigadores también han descrito cuatro vértebras de hace unos 230 millones de años procedentes de Coma Freda (Escorca) que pertenecen a un notosaurio. Se trata de un reptil marino con un estilo de vida similar al de las focas actuales; eran buenos nadadores y se alimentaban de peces en el agua, pero ocasionalmente también podían salir a tierra firme.