El 23 de julio de 2018, Cuatro emitió La herencia de los Franco, uno de los capítulos del programa En el punto de mira. A raíz de su emisión y ante la documentación de "claro contenido difamatorio y de desprestigio", según la familia del dictador español, ésta presentó una querella criminal contra el grupo Mediaset y algunos de los colaboradores que participaron.

Un juzgado de Madrid tenía previsto tomar declaración hoy a los investigados, acusados de un delito de "injurias y calumnias realizadas con publicidad", pero según publicaba ayer La Vanguardia, la vista se ha aplazado sine die.

Según argumentaba la familia de Franco, se elaboró un programa con "claro contenido difamatorio y de desprestigio" que "no se ajustaba a la verdad" y que proyectaba una "imagen tendenciosa y negativa" de los descendientes del militar con el objetivo de causarles un "desprestigio personal y censurar su patrimonio".

Entre los denunciados se encuentra el propio presidente de Mediaset España, Alejandro Echevarría, algunos periodistas que trabajaron en la realización del programa y varios colaboradores: Joaquín José-Giménez-Arnau, Carlos Babío o Mariano Sánchez.