Cristiano Ronaldo ha fondeado este fin de semana pasado en aguas de Mallorca con su lujoso yate. No sólo disfrutó de las aguas de Mallorca, sino que también tocó tierra junto a su pareja Georgina Rodríguez, su hijo mayor Cristiano Jr, dos parejas de amigos y el hijo de una de ellas. Tal y como ha podido saber este diario, en concreto, degustaron algunas de las delicias gastronómicas que sirven en los restaurantes de Belmond La Residencia de Deià. En Café Miró pidieron a mediodía distintas paellas y arroces. Y por la noche cenaron en El Olivo, donde pudieron degustar la cocina del chef Guillem Méndez. En lugar de probar el menú degustación, pidieron a la carta carnes y pescados.

El futbolista y sus amigos disfrutaron de las aguas y las calas del litoral de la Serra de Tramuntana. El deportista subió a sus redes sociales un vídeo donde muestra una inmersión a 14 metros de profundidad. “Hoy me desperté y pensé: qué está pasando dentro del mar. Llámame Neptuno. Por favor, no intentes esto”, escribió en el post. En las imágenes luego se ve a Cristiano subir hasta la superficie agarrado de una cuerda.

Mucho se ha escrito estos días acerca del lujoso yate del futbolista, que este verano ha estrenado un exclusivo yate de 6 millones de euros en aguas italianas. El astro del balón ha decidido concederse un nuevo capricho, un Azimut Grande 27, una embarcación donde cada detalle se cuida al máximo.

En este crucero por el Mediterráneo, el yate les ha llevado a Mónaco, Saint Tropez y también a Ibiza o Menorca.

La embarcación, de 26,78 metros, cuenta con cuatro suites dobles, una suite presidencial con grandes ventanas panorámicas, siete cuartos de baño y estancias para la tripulación. Debido a su moderno diseño aerodinámico, el yate alcanza una velocidad crucero de 12 nudos.