La llegada del verano propicia cada año la proliferación de nuevas formas de aliviar el calor. En una época de "nueva normalidad" por el covid, una de las opciones más escogidas es la instalación de piscinas portátiles. La nueva situación ha provocado que muchas familias deban pasar sus vacaciones en sus casas por la dificultad de viajar a otros lugares y, también, por la situación económica actual. A esto hay que sumar el temor generalizado a un nuevo confinamiento tras las últimas noticias que se van conociendo, lo que se traduce en una mayor demanda de estos productos.

Los números reflejan el claro auge de esta nueva necesidad. En Palma, las solicitudes para la instalación de piscinas se han triplicado en diez años, ya que durante el periodo comprendido entre 2009 y 2019 las peticiones ascendieron de 113 a 350, según datos ofrecidos por Neus Truyol, regidora de Modelo de Ciudad, Vivienda Digna y Sostenibilidad en el Ayuntamiento de Palma. Truyol afirma que antes eran "casos puntuales" pero ahora se ha convertido en "algo habitual". Además, la regulación no permite la ubicación de piscinas en cubiertas del Centro Histórico, el Jonquet y edificios catalogados. La última instrucción, emitida en noviembre de 2019, limita la posibilidad de instalarlas a la máxima altura permitida, que nunca se situará por encima de la cubierta del edificio.

Desde el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Mallorca (COAAT) afirman que, en el caso de las piscinas portátiles pequeñas, no existe una regulación concreta. Mateu Moyá, secretario técnico, deja claro que el riesgo depende del "tamaño de la piscina". Además, defiende que no es lo mismo un edificio antiguo que uno nuevo ya que el primero seguramente no esté en condiciones de soportar el peso de una piscina. "Debemos conocer la estructura y, para ello, es necesaria la supervisión técnica por parte de un profesional", afirma Moyá. El arquitecto mallorquín da algunas claves en el caso de querer montar una de estas estructuras: "Primero debemos conocer la carga de la piscina y, posteriormente, contactar con un técnico especializado para que compruebe la viabilidad". También ha querido recalcar la importancia de tener en cuenta cualquier carga excepcional ya que debe ser estudiada para que no suceda "ninguna desgracia", como ocurrió el pasado julio en Alicante, donde una piscina hinchable hundió el techo de una vivienda familiar.

Luis y Carlos son dos estudiantes universitarios que han tenido que pasar el confinamiento en la ciudad de Pisa, Italia, tras cursar un Erasmus allí. El cierre repentino de las fronteras y las dificultades para viajar provocó que tuvieran que permanecer en la ciudad durante el estado de alarma. A raíz de esta situación, decidieron comprar una piscina hinchable para colocarla en su terraza y tratar de soportar el calor. "Compramos la piscina a través de Amazon y la tenemos instalada en el balcón ", afirma Luis. Las dimensiones son relativamente pequeñas y solo permite 30 centímetros de agua: "El único inconveniente es la limpieza, que se hace muy pesada". Los dos amigos coinciden en la gran utilidad de la piscina en estos tiempos ya que las temperaturas no paran de subir y, hasta hace poco, no podían desplazarse a lugares costeros para acudir a alguna playa. Actualmente, Amazon se encuentra sin stock en muchos de sus productos y tardan unas dos semanas en reponer las existencias.

Leroy Merlin, uno de los principales proveedores de este tipo de piscinas, afirma que las ventas en toda España han aumentado "un 350% respecto al año anterior". Desde su web dejan bien clara su postura: "Es importante que leas las recomendaciones y precauciones a tener en cuenta a la hora de colocar piscinas portátiles en terrazas y azoteas". Cecilia Colin, jefa de Jardín en Leroy Merlin Mallorca, deja claro que se han roto "todas las previsiones" y que tienen muy poco stock porque venden todas las piscinas "muy rápido". Colin declara que han llevado a cabo una estrategia similar a la de años anteriores apostando por las piscinas, pero no esperaban una demanda tan alta. "Los compradores también se llevan césped artificial y bases para las piscinas", puntualiza la encargada. La entidad quiere resaltar que se han ganado "la confianza del comprador" por su precio y calidad ya que muchos de ellos vuelven cada año.

Precios variables

El precio de las piscinas varía en función tanto del tamaño como de la calidad del producto. Se pueden encontrar desde 60 euros en el caso de las más pequeñas hasta 7.000 euros en caso de piscinas de gran volumen. También varía dependiendo de la superficie en la que se vaya a montar, ya que no es lo mismo una terraza que un jardín.

Falta de stock

Una de las problemáticas más importantes es la dificultad para renovar el stock de los almacenes. La gran mayoría de estos productos están fabricados en China, y tanto la producción como la exportación del país asiático se han visto reducidas. Esto ha afectado a las empresas españolas a la hora de poder ofrecer este tipo de piscinas porque tardan mucho tiempo en tener productos disponibles. El auge de pedidos y la escasez de los almacenes ha relajado el boom que se está viviendo, pero las empresas prevén un aumento en lo que queda de verano.

Las posibilidades no se limitan únicamente a las piscinas portátiles, sino que también existe una nueva práctica: el alquiler de piscinas particulares. Swimmy es una plataforma de alquiler de piscinas entre particulares que ha visto crecer sus demandas en la isla desde que empezó el verano. Actualmente, cuenta con seis piscinas disponibles con unos precios que oscilan entre los 15 y los 30 euros por persona. Hay que tener en cuenta que la cuantía es por medio día, no por día completo. Anaïs Fernández, directora de comunicación de Swimmy, afirma: "A día de hoy no hay muchas demandas en la zona de Mallorca, quizás una decena al mes". La primera semana de junio se registraron 29 demandas en Mallorca y 57 en todas las Baleares. Parece que la tendencia va en alza, sobre todo con las altas temperaturas registradas durante estos días.

La preferencia de los españoles por este tipo de soluciones ante las nuevas olas de calor veraniegas hace prever un verano dividido entre la enorme demanda y la escasez en la oferta. Los principales proveedores se afanan en repartir todas las existencias disponibles a medida que van llegando para hacer frente a la gran cantidad de peticiones. Mallorca se enfrenta a un verano atípico en el que las medidas de seguridad son muy exigentes en materia de higiene y distanciamiento social, lo que dificultará la apertura de piscinas públicas o bares con piscina por su facilidad para convertirse en focos de contagio, por ello las piscinas portátiles son una buena idea para los momentos más calurosos. Pero, ¿son realmente la solución?

Alquiler

Mallorca ha constatado en las últimas semanas un notable aumento en las reservas para alquilar piscinas particulares. El precio por persona por media jornada de disfrute oscila entre los 15 y los 30 euros. Las reservas pueden realizarse también para un día completo. En el perfil de cada piscina, se especifican asimismo los servicios extra con los que cuentan las instalaciones y las medidas de la piscina. En algunas de ellas es posible ofrecer tartas o snacks.