Diario de Mallorca

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Grandes buques de pasaje

Queen Mary 2 en el puerto de Palma

El 'Queen Mary 2', atracado en el muelle de Poniente Sur en su primera escala en 2004.

El Queen Mary 2 es el último gran trasatlántico construido y el único activo en la actualidad.

El comienzo del proyecto de este buque data de 1998, año en que Carnival Corporation, el principal grupo mundial de cruceros absorbe a Cunard Line, la más prestigiosa y conocida línea trasatlántica del mundo. Carnival, desde su fundación a principios de los años setenta, ha ido creciendo, haciéndose con el control de diversas navieras, algunas con muchísimos años en el negocio, como pueden ser Costa, P&O, Holland America, etc., por suerte, siempre ha respetado las diferentes idiosincrasias y símbolos de cada una de ellas.

Cuando adquirió Cunard pensó en seguir su filosofía y, para reafirmarla, planeó construir un buque que sustituyera al Queen Elizabeth 2, el último auténtico trasatlántico hasta entonces, un barco que, aunque solo fuera en una parte del año, se utilizara en la ruta del Atlántico Norte desde Gran Bretaña a Inglaterra. La idea era construir un buque singular, un gran barco que, a la vez de proveer de lujo un crucero, contara con la capacidad de navegar a través de las condiciones climáticas difíciles del Atlántico Norte, utilizando las características principales de los antiguos trasatlánticos pero combinadas con elementos de la tecnología más avanzada del siglo XXI.

El astillero elegido, al contrario de lo que se pueda pensar, no fue británico, sino francés, concretamente Chantiers de l'Atlantique en Saint Nazaire, iniciándose su construcción en julio de 2002. Fue puesto a flote en marzo de 2003 y finalmente entregado en diciembre del mismo año. La inauguración fue el 8 de enero de 2004, siendo oficialmente nombrado por la reina Isabel II en una gran ceremonia celebrada en Southampton. Su primer viaje, para su presentación, fue a Fort Lauderdale en Estados Unidos, y su primera travesía trasatlántica entre Southampton y Nueva York fue en abril de ese mismo año.

El Queen Mary 2 en el momento de su entrega era el barco de pasajeros mayor jamás construido, con sus 345 metros de eslora y 148.528 toneladas de registro. Hoy día ha sido superado en tamaño, tanto en eslora como en tonelaje, por diversos cruceros construidos posteriormente. Su propulsión Diesel-eléctrica con intervención de turbinas de gas, le da una velocidad de crucero de más de 26 nudos.

Inicialmente su capacidad era de 2.620 pasajeros, ligeramente aumentada en una reforma posterior, con una tripulación de unos 1.250 miembros. Las relaciones de espacio y numero de tripulantes con el de número de pasajeros son inmejorables, mucho mejores que en la mayoría de los grandes cruceros, que suelen estar más masificados.

Sus interiores son suntuosos y replican espacios ya existentes en otros barcos de Cunard, como el restaurante principal Britannia. Dispone de un teatro, el Royal Court, con una capacidad de más de 1.000 personas y el primer planetario sobre el mar donde se pueden hacer travesías virtuales por las galaxias siderales. Su gran biblioteca, situada en un lugar privilegiado, dispone de 8.000 volúmenes.

La relación del Queen Mary 2 con Palma es, de momento, muy corta, durante su primer año en servicio visitó la bahía en dos ocasiones. Desde entonces han pasado 16 años y no ha vuelto a ser visto en el puerto.

La primera escala data del 28 de mayo de 2004, unos días antes los medios ya se habían hecho eco de esta visita, de manera que cuando llegó, la zona del paseo marítimo se llegó a colapsar de vehículos que querían ver, aunque fuera de lejos, la imagen de buque.

El barco, que estaba realizando un crucero por el Mediterráneo, llegó procedente de Gibraltar y atracó en el muelle de Poniente Sur, entrándolo Pau García, el mismo práctico que un tiempo después sacaría por última vez al Queen Elizabeth 2. Se organizó un gran acto al que asistieron todas las primeras autoridades, siéndole ofrecidos diversos obsequios a Paul Wright, capitán del buque en esta ocasión. El buque llegó al máximo de su capacidad de pasaje, y la escala duró todo el día partiendo a primeras horas de la noche rumbo a Barcelona.

La segunda visita fue el 22 de octubre de ese mismo año, también se creó expectación, aunque no tanta, en esta ocasión llegó de Málaga y partió rumbo a Barcelona. Desde entonces no ha vuelto, aunque sí los otros buques que Cunard tiene actualmente en servicio, los modernos Queen Elizabeth y Queen Victoria.

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