Siete de cada diez familias viven con menos de mil euros al mes, pero la situación es especialmente vulnerable en tres de cada diez hogares que están recibiendo menos de 500 euros, sobre todo en los monoparentales, denuncia Acción contra el Hambre.

Son datos de la encuesta que ha realizado la ONG sobre las necesidades de las personas que atienden en programas de empleo y emprendimiento inclusivo, que ya tenían una situación difícil antes de la pandemia, y que revela las dificultades en los hogares monomarentales para mantener el empleo.

"Las mujeres que tienen menores a su cargo son las que más dificultades sufren para acceder al empleo porque su red de apoyos, como el colegio y los abuelos, están paralizados. La conciliación es casi imposible y esto les obliga a quedarse fuera del mercado laboral", explica Pablo Soriano, responsable de Acción Social.

Además, alerta de que las familias "cuyos ingresos provengan del mercado laboral informal sufrirán mayores dificultades económicas al desaparecer su actividad económica principal".

Los resultados del análisis muestran que los menores de familias afectadas por la brecha digital, con menos recursos educativos y menor nivel de estudios parten con una desventaja educativa.

"En el corto plazo, esto provoca una pérdida de aprendizaje, y en el medio plazo, un desfase curricular respecto al resto de los niños cuyas familias sí tienen los recursos necesarios para seguir el ritmo, y en el futuro, limitará sus posibilidades de mejorar la situación económica de origen y, por tanto, la igualdad de oportunidades", concluye.