España fue en 2019 el segundo país de la Unión Europea (UE) con la tasa de natalidad más baja, con 7,6 nacimientos por cada mil habitantes, solo por detrás de Italia (7 por millar de habitantes), informó este viernes la oficina de estadística comunitaria, Eurostat. Pese a ello, España incrementó su población total a lo largo del último año en un 0,83 %, al pasar de 46,93 millones de habitantes a 47,33.

En lo relativo a la tasa de natalidad, los países europeos con un mayor crecimiento de la misma fueron Irlanda (12,1 nacimientos por millar de habitantes), Francia (11,2), Suecia (11,1), Chipre (10,9) y Estonia (10,6). La media de la UE en este parámetro fue de 9,3 nacimientos por cada mil habitantes.

A la hora de comparar los datos globales, la población total de los socios comunitarios se desplomó un 12,8 % en 2020, principalmente a causa de la marcha del Reino Unido del bloque. En concreto, el recuento poblacional pasó de 513,5 a 447,7 millones de personas, al compararse las primeras fechas de 2019 con las de 2020.

En lo relativo solo a la población de los Veintisiete, el saldo resulta positivo en 0,9 millones de personas "a causa del balance migratorio". "El crecimiento natural de la población de la UE ha sido negativo desde 2012, con más muertes que nacimientos. En concreto, 4,7 millones de muertes y 4,2 millones de nacimientos en 2019", subrayó Eurostat.

En este sentido, la tasa de mortalidad de España se situó en 2019 en 8,8 fallecimientos por millar de habitantes, lo que dejó un cambio natural de población negativo del 1,2 %. España es uno de los dieciséis países de la UE que registraron más muertes que nacimientos durante 2019. Los crecimientos naturales de población positivos más pronunciados se dieron en Irlanda, Chipre, Luxemburgo, Suecia y Francia.