Manuel Arenas / Raúl PaniaguaDesde que la pandemia mundial del coronavirus llegó para quedarse, la curva que más se ha popularizado y la que más atención recibe es la del goteo de contagios, que poco a poco se va suavizando. Sin embargo, y muy a pesar de la cifra de fallecidos, hay motivos para la esperanza y la alegría al observar otra curva que crece imparable a diario: la de altas hospitalarias y curados, que rebasa ya los 34.200 casos en España, según datos del Ministerio de Sanidad.

Porque del coronavirus también se sale. No sin grandes dificultades, pero se sale. Lo sabe Otilia Agustina, una anciana de 94 años que recibió el alta el pasado 25 de marzo tras diez días de ingreso hospitalario en Santa Coloma de Gramenet. También lo sabe Vicky Huerta (69 años), que recibió el alta el pasado 24 de marzo tras once días ingresada y recuerda con cariño cómo las enfermeras del Hospital de Bellvitge le dejaban en las comidas notas con mensajes de ánimo como "¡vamos, campeona, vas a salir de esta!".

También obtuvo el alta hospitalaria -tras 8 días ingresada- el pasado 26 de marzo Tere Gómez (53 años), que rezuma optimismo por los cuatro costados y explica que, durante su estancia en el Hospital de Mataró, ella se visualizaba de fiesta con sus amigos como forma de huir del pesimismo al que la arrastraba su positivo por covid-19.

Y tienen constancia de qué es superar el coronavirus Maria Àngels Roger (61 años) y Josep Simó (62 años), matrimonio de Barcelona, que entraron contagiados y juntos el viernes 27 de marzo y de la misma forma les dieron el alta el pasado miércoles 1 de abril.

Como a Salvi Huix, manresano de 54 años al que le empezaron diciendo que no daba el perfil del coronavirus y acabó trece días ingresado plantándole cara al virus. Le dieron el alta el pasado 23 de marzo.

Testimonio de un enfermo de Covid-19 recuperado, Salvi Huix

Simbolizando la 'V' de victoria desde sus balcones, la bandera de la esperanza es la que enarbolan Otilia, Vicky, Tere, Maria Àngels, Josep y Salvi, seis de esos más de 8.600 catalanes que se han enfrentado al virus y lo han superado.

Todos ellos pasan actualmente por los 15 días de cuarentena posteriores al alta hospitalaria, aislados de las mismas familias con las que paradójicamente conviven. En la mayoría de casos comparten preocupaciones: cómo podrán ayudar a otros infectados en un futuro próximo en base a su experiencia, o cómo pueden asegurarse de que, pese a estar recuperados y tener el alta hospitalaria, sus familiares están exentos de riesgo de contagio, máxime cuando desde los centros hospitalarios se alude a una falta de medios cuando piden tests que ratifiquen su negativo por covid-19.

Hay vida después del virus, y, para muestra, el grito optimista de los curados, que le marca el camino al resto de la sociedad en esta crisis sanitaria sin precedentes. Estas son las historias de cómo seis ciudadanos anónimos han luchado contra el coronavirus y lo han vencido.

Otilia Agustina (94 años): "Rezo cada día para que todos se curen como yo"

Otilia Agustina (94 años): "Rezo cada día para que todos se curen como yo"Cualquier lucha contra el coronavirus es admirable y cualquier alta debe ser celebrada, pero si la protagonista se acerca al siglo de vida resulta aún más emotivo. Otilia Agustina, una entrañable anciana de 94 años del barrio de Singuerlín de Santa Coloma de Gramenet (Barcelonès), plantó cara al maléfico bicho y pudo con él. Tenía las peores patologías previas posibles (asma y bronquitis crónica), pero salió adelante con pundonor.

Acudió a urgencias del Hospital Esperit Sant el domingo 15 de marzo y ya no salió hasta el pasado 25 de marzo. Permaneció ocho horas en el box y dos días después se confirmó su positivo por covid-19. La familia -tres hijos, cuatro nietos, tres bisnietos- temió por su muerte, pero todos empujaron. Tras 11 días de ingreso recibió el alta. La alegría fue inmensa. "Rezo cada día para que esto se acabe y todos se curen como yo. Nunca pierdan el ánimo, por favor", aconseja desde su domicilio. Todo un ejemplo de valor y coraje.

Otilia Agustina hace el símbolo de la victoria desde su balcón tras superar el coronavirus. Elisenda Pons

Vicky Huerta (69 años): "Las enfermeras me dejaban mensajes de ánimo en las comidas: '¡Vamos, campeona!'"

Vicky Huerta (69 años): "Las enfermeras me dejaban mensajes de ánimo en las comidas: '¡Vamos, campeona!'"De todas las situaciones como enferma de coronavirus que cuenta Vicky Huerta (Barcelona, 1951), hay una que oscila entre la anécdota y el ataque a su dignidad. Ocurrió después de que el pasado 14 de marzo a las 6:00 h de la madrugada le comunicaran su positivo por covid-19. Fue entonces cuando la iban a trasladar a la unidad de Oncología del Hospital de Bellvitge -está en tratamiento de cáncer de mama, lo que reforzaba su riesgo ante el virus-, y justo antes de subir a la ambulancia, sentada en la silla de ruedas, dijo que tenía mucho frío, pero su interlocutor sería un enfermero más helado que ella. "Fue denigrante: el enfermero no se atrevía a tocarme y ponerme la manta por si se contagiaba y casi me caigo de la silla. Se palpaba su miedo".

A Vicky Huerta le dieron el alta el 24 de marzo y estos quince días de cuarentena posthospitalaria los pasa en la casa de su hijo en Gavà, ya sin síntomas. Aparte del mal trago de su ingreso, Huerta sólo tiene palabras de agradecimiento para la atención que recibió. Por ejemplo, recuerda con cariño el trato de las enfermeras, a las que no reconocería por su aspecto porque iban tapadas hasta las cejas pero sí por su voz. "En las comidas que me traían me dejaban notas con mensajes de ánimo: '¡Vamos, campeona, vas a salir de esta!'. Creo que gracias a ellas ahora no necesito psicólogo".

Vicky Huerta, en la casa de su hijo tras recibir el alta hospitalaria después de haber estado ingresada por coronavirus. Ferran Nadeu

Tere Gómez (53 años): "Una doctora me dijo: 'Has estado muriéndote pero te has lavado la cara y has tirado hacia adelante'"

Tere Gómez (53 años): "Una doctora me dijo: 'Has estado muriéndote pero te has lavado la cara y has tirado hacia adelante'"A Tere Gómez (Mataró, 1966) ya no le sabe la boca a metal. Está bien. Un poco afónica de haber vomitado mucho, pero bien en general pese a que desde que le dieron el alta el pasado 26 de marzo sólo ve a su marido y sus hijos por Skype. Su marido y sus hijos viven en la planta baja de su casa unifamiliar.

"Cuando estaba ingresada, yo me imaginaba de fiesta con mis amigos con una cervecita delante€ me hice mi mundo para no bajar la guardia", recuerda Gómez, que rezuma optimismo por los cuatro costados.

Al recibir el alta tras superar el coronavirus, el personal del Hospital de Mataró, "nuestra salvación", dice, le hizo un pasillo de aplausos. Antes de marcharse, una doctora le dijo: "Lo que me ha gustado de ti es que has estado muriéndote, pero te has lavado la cara y has tirado hacia adelante".

Tere Gómez recrea el signo de victoria durante su cuarentena tras superar el coronavirus y recibir el alta hospitalaria. Jordi Cotrina

Maria Àngels Roger (61 años) y Josep Simó (62): "Con el coronavirus nos hemos dado cuenta de que no somos nada"

Maria Àngels Roger (61 años) y Josep Simó (62): "Con el coronavirus nos hemos dado cuenta de que no somos nada"Ya lo dice una de las frases típicas de cualquier boda en el altar: fidelidad en la salud y en la enfermedad. Justamente eso han cumplido Maria Àngels Roger (61 años) y Josep Simó (62), un matrimonio del barrio de las Tres Torres de Barcelona que ha combatido durante 17 días contra una neumonía periférica causada por el covid-19. Juntos entraron en el Hospital del Mar el viernes 27 de marzo y de la misma forma salieron el pasado miércoles. Unidos.

La fiebre y la diarrea fueron los síntomas que despertaron la alerta en una pareja sana y deportista que enfermó a la vez y aún no sabe donde pudo producirse el contagio. Sin tos ni problemas respiratorios graves fueron pasando los días hasta que una madrugada se precipitó todo y dijeron 'basta'.

En el hospital de la avenida Diagonal recibieron un trato "exquisito" y comprobaron la dureza de la pandemia. "Un doctor falleció. Es un virus muy traicionero. Te ahogas y te mueres en minutos. Solo se parece a un ataque nuclear", resume Roger.

Maria Àngels Roger y Josep Simó, en el balcón de su casa tras superar el coronavirus. Jordi Cotrina

Salvi Huix (54 años): "Los enfermos somos los grandes olvidados de esta crisis"

Salvi Huix (54 años): "Los enfermos somos los grandes olvidados de esta crisis"El día que trasladaron a Salvi Huix (Manresa, 1966) al Hospital Sant Joan de Déu de Manresa, la responsable de recibir a los pacientes abroncó a los sanitarios de la ambulancia: "Este hombre no da el perfil del coronavirus". Ese mismo día, 10 de marzo, Huix ingresaba en el centro hospitalario, donde al cabo de seis días daría positivo por covid-19. No le darían el alta hasta el pasado 23 de marzo.

Tras varias pruebas al llegar al hospital, finalmente le hicieron el test del coronavirus y a los seis días le comunicaron el positivo. ¿Cómo se sintió? "¡Me quitaron un peso de encima! Porque, si no era coronavirus, ¿qué coño tenía?".

Muy crítico con la "nefasta" gestión sanitaria del coronavirus pero agradecido al personal sanitario, Huix afirma que "los enfermos somos los grandes olvidados de esto". "Sufrí físicamente, pero no mentalmente porque estaba convencido de que me recuperaría", agrega. ¿Qué les diría a otros contagiados? "Lo pasaréis mal, pero saldréis de esta. No hagáis esfuerzos inútiles y sed positivos".

Salvi Huix, en el balcón de su casa durante la cuarentena tras recibir el alta después de superar el coronavirus. Mireia Arso