Conocida como anafrodisia o deseo sexual inhibido, la anorexia sexual es un trastorno relacionado con el bajo interés por el sexo, el bajo apetito sexual. Las personas que la padecen refieren poco deseo por mantener relaciones sexuales. No quieren tener sexo. Temen las relaciones.

Según la definición exacta, es un bajo nivel de interés sexual, en el cual una persona no comenzará ni responderá al deseo de actividad sexual en la pareja. La situación provoca insatisfacción y depresión y constantemente se formulan diversas excusas para evitar la relación sexual. El término frigidez se usa con frecuencia como si fuera un sinónimo. Es la ausencia anormal de deseo sexual, de excitación sexual o de orgasmo. Se puede aplicar tanto a las mujeres como a los hombres.

Pero, ¿por qué se da la anorexia sexual?

Igual que el anoréxico deja de comer paulatinamente, la persona que padece anafrodisia deja el sexo progresivamente y poco a poco. Según los estudios sobre la enfermedad, más que con la baja autoestima del afectado, tiene que ver con que las personas tienen una percepción negativa del propio cuerpo y la dificultad de expresar deseos sexuales e incluso sentimentales.

Así, el origen de la patología tiene que ver con el miedo al rechazo y la incapacidad para demostrar las emociones. Además, el origen de la anorexia sexual tiene que ver, como ocurre con muchas de las patologías psicológicas, con el entorno que haya rodeado o rodee afectado.

En este sentido, proceder de familias poco afectuosas, con cuadros de adicción o conductas destructivas, entre éstas casos de abusos sexuales infantiles o traumas similares puede ser una de las causas. También haber tenido un educación extremadamente rígida; estar obsesionado por responder a unos modelos sociales estrictos; tener unos padres demasiado controladores o padecer cuadros depresivos o de ansiedad pueden ser causa directa para caer en la anafrodisia.

¿Cómo se detecta?

Uno de los principales motivos de alarma es que las personas que padecen este trastorno se aíslan de la sociedad o incluso pueden caer en adicciones. Suelen mantenerse al margen de las conversaciones en reuniones sociales e incluso puede que se vuelquen demasiado en la familia, amigos o hijos para evitar quedarse a solas con otras personas.

En cuanto a las personas que están en relaciones largas, pese a que en algún momento hayan tenido una vida sexual normal, también puede producirse. Quien lo padece incluso puede evitar cualquier muestra de afecto más allá del sexo. También pueden criticar a su pareja o incluso intentar hacer vida a deshoras y acostarse en otro momento para no compartir tiempo en soledad.

Otros síntomas de la anorexia sexual son la dismorfia corporal, o lo que es lo mismo, la percepción alterada, exagerada a menudo, del propio cuerpo. También la búsqueda de la soledad, la obsesión por la perfección o el sentimiento de inferioridad.

En cuanto al tratamiento, la anafrodixia se trata como otras patologías psicológicas o adicciones. Acudir a un psicólo o psiquitra o a terapias de grupo puede ayudar a acabar con este tipo de sentimientos.